Los riesgos del azúcar
Texto remitido por el Colegio de Dentistas de Gipuzkoa Salud bucodental Las autoridades sanitarias recomiendan reducir de forma drástica la cantidad de azúcares que, de media, ingerimos a diario.
De entrada, sobre todo para quienes piensan que el azúcar es el azúcar blanco de mesa o el moreno, es conveniente distinguir entre los azúcares intrínsecos, es decir, los que son propios de los alimentos en su estado natural (por ejemplo, la fructosa, que es el azúcar propio de la fruta, o la lactosa, el inherente a la leche...) y los extrínsecos, esto es, los añadidos a los alimentos para endulzarlos.
La industria alimentaria ha elevado enormemente el uso de azúcares en los alimentos procesados. Su agradable sabor y su carácter adictivo lo han convertido en todo un reclamo. Pero tanta dulzura ha provocado que no se otorgue la debida atención a este problema. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha triplicado el consumo de azúcares añadidos en los últimos 50 años. Y la Academia Española de Nutrición recomienda consumir menos de 40 gramos de azúcar al día, cuando la media española está por encima en 80 gramos diarios.
La inmensa mayoría de los alimentos procesados industrialmente poseen azúcares añadidos, incluso camuflados bajo alimentos con apariencia tan saludable como “cereales integrales con fruta”. El problema son los enormes intereses que mueve la industria del azúcar, con fuerza suficiente para evitar que la OMS establezca directrices para limitar el uso de estos azúcares añadidos. De hecho, diferentes publicaciones científicas llevan años denunciando que en Estados Unidos se están obstaculizando las investigaciones que pretenden analizar la relación entre el azúcar y las caries y otras enfermedades.
Para hacernos una idea del azúcar que consumimos a diario, basta saber que una lata de refresco azucarado de 33 mililitros tiene 37 gramos de azúcares añadidos, cuando el total de todo lo ingerido durante el día no debiera ser superior los 40 gramos. De igual forma, 20 gramos de chocolate con leche tienen 11 gramos de azúcares, y 25 gramos de mermelada de fresa contienen 12 gramos de azúcar.
Los dentistas nos recuerdan de forma continua la relación directa entre el consumo de azúcar y las caries. Pero, lamentablemente, parece que hemos perdido el respeto a esta enfermedad, la de mayor prevalencia del mundo. Como si los años de avisos nos hubieran hecho inmunes y ya pudiéramos ingerir azúcar sin ningún límite.
Sin duda, la primera recomendación sería moderar su ingesta. Es preferible tomar el azúcar a través de los alimentos naturales, pero también sin abusar. Demasiada fruta (fructosa) también puede ser perjudicial. Y nuestro cuerpo agradecerá que reduzcamos la cantidad de azúcar que añadimos a los postres lácteos, al café o a las infusiones.
Y en segundo lugar, es muy importante mantener una correcta higiene para evitar el desarrollo de la caries, la inflamación de las encías y el mal aliento. N.G.