El doctor Koldo Carbonero, jefe de ginecología, obstetricia y reproducción asistida de Quirón Donostia, y la doctora Miren Mandiola, directora del laboratorio de reproducción asistida, ofrecen una sesión informativa hoy miércoles, a las 19.00 horas, en la que explicarán los factores que influyen en la fertilidad, tanto femenina como masculina, y las pautas que se deben seguir para lograr un embarazo sano. Y es que en nuestro entorno, más del 20% de las parejas que desean tener un hijo tienen problemas para conseguirlo, y no siempre es necesario recurrir a la reproducción asistida.
Los hábitos de vida influyen mucho más de lo que la gran mayoría de parejas piensa en la capacidad para procrear. “La obesidad y el sobrepeso pueden disminuir hasta la mitad las opciones de lograr un embarazo por vía natural y también mediante reproducción asistida”, advierte el doctor Carbonero, “además de que las pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 kg/m2 tienen una mayor probabilidad de padecer hipertensión y diabetes durante la gestación, con el riesgo que eso supone tanto para la madre como para el feto”. En el otro extremo, el bajo peso (IMC inferior a 18,5 kg/m2) puede provocar la pérdida de menstruación durante largos periodos de tiempo por falta de estrógenos, y por tanto anula la fertilidad de la mujer.
En el caso del hombre, “la obesidad está relacionada con una menor concentración de espermatozoides”, informa la doctora Mandiola. Además de dificultar las relaciones sexuales. La alimentación también afecta a los espermatozoides, “los estudios demuestran la relación entre una dieta rica en hidratos de carbono y la baja calidad espermática”, continua la especialista. Así que el hombre no debe ingerir más de una ración al día de cereales, ya sea en forma de pasta, pan, legumbres?etc. En cuanto al ejercicio físico, “como todo, es bueno en su justa medida, por tanto cuando es moderado y se practica de forma continuada mejora la calidad del semen, mientras que los deportistas de alta competición suelen presentar baja calidad seminal”. Lo mismo ocurre con la fertilidad de la mujer.
“Otro factor que claramente disminuye la fertilidad, tanto del hombre como de la mujer, y que además es evitable, es el tabaco”, indica Carbonero, “cuanto más se fuma, y durante más tiempo, más se reduce la capacidad de concebir”. Por ello, reducir el número de cigarros al día, siempre por debajo de diez, y sobre todo, dejar de fumar, aumentan las posibilidades de tener un hijo. Fumar aumenta el tiempo necesario para lograr un embarazo, y reduce la reserva ovárica de la mujer, por lo que puede adelantar la edad de la menopausia. En los hombres altera el número, movilidad y forma de los espermatozoides. Asimismo, en caso de recurrir a las técnicas de reproducción asistida, las tasas de embarazo se reducen a la mitad, o incluso más.
No menos importante es la frecuencia con la que la pareja mantiene las relaciones sexuales. “Entre dos y cuatro veces a la semana es lo indicado, sin obsesionarse con programarlas según el día previsto para la ovulación, ya que puede generar un estrés innecesario que produce el efecto contrario al deseado”, advierte el ginecólogo.
Durante la sesión informativa de mañana en Hospital Quirón Donostia, los especialistas detallarán éstas y otras pautas que ayudan a lograr un embarazo, sin olvidar el factor edad, “en la mujer es un factor determinante y el primer embarazo debería buscarse antes de los 30, que es cuando empieza a descender naturalmente su fertilidad”, avisa Carbonero. El desfase entre el momento biológico y social ideal para ser madre se compensa gracias a las técnicas de reproducción asistida, “hoy en día la fecundación in vitro con óvulos de donante permite ser madres a muchísimas mujeres a partir de los 40 años de edad, que de otra manera tendría que renunciar a ello”, explica. Otra opción, que todas las mujeres deberían tener en cuenta, es la de preservar los óvulos propios antes de los 35 años para acceder a la maternidad más adelante.