donostia - Las empresas vascas integradas en ASLE, la Agrupación de Sociedades Laborales de Euskadi, han dejado atrás la crisis tras volver a generar empleo en el pasado ejercicio ya que las plantillas crecieron un 2,7% mientras que la facturación se incrementaba un 3,2% hasta alcanzar los 578 millones de euros. Todo ello gracias, según los máximos responsables de la asociación de la economía social, a la mejoría del mercado interno español.
El presidente de ASLE, Carlos Pujana, y el gerente, Josetxo Hernández Duñabeitia, presentaron ayer el balance de las empresas asociadas y destacaron que de los números se deduce “la buena noticia de que poco a poco, de forma progresiva, estamos dejando atrás la crisis”. En opinión del presidente, la mejoría, “sobre la que hay que ser prudentes”, ha llegado de la mano de la recuperación de la demanda interna.
Las sociedades anónimas laborales son empresas en las que la propiedad es de los propios trabajadores. En la CAV hay 659, con 6.648 trabajadores, 143 empleados más que en el año anterior, y las asociadas en ASLE concentran el 83% del empleo.
Los dirigentes de la asociación explicaron que la recuperación se ha basado en la mejoría del mercado interno, ya que las exportaciones se mantuvieron afectadas por la inestabilidad política de varios mercados internacionales. Pujana reconoció que la recuperación económica es una realidad pero no está exenta de “dientes de sierra” y se basa en la mejoría en el Estado español porque “fuera hay mucha inestabilidad política” y ello ha afectado a mercados importantes para las empresas vascas como son los del “norte de África y este de Europa”. A su juicio, ello ha propiciado que “las cifras de la exportación no hayan sido tan brillantes”.
En este sentido, Pujana indicó que las sociedades anónimas laborales vascas, aún siendo mayores que sus homólogas del Estado siguen siendo muy pequeñas, con una media de diez trabajadores -cifra que se eleva a 20 en el caso de las asociadas en ASLE-, y “para las pymes no es fácil internacionalizarse”. De hecho, el presidente de la asociación subrayó que no se exporta como fruto de una estrategia “sino de una necesidad puntual”. Con todo, las empresas de ASLE realizaron el 28% de sus ventas en el extranjero.
En palabras de los dirigentes de ASLE, la situación mejoró en 2014 por segundo ejercicio consecutivo y aun siendo optimistas, recordaron que “hay empresas que lo siguen pasando mal porque la crisis ha sido muy larga y han quedado exhaustas”.
En relación al presente año en curso, destacaron que tras un mes de enero complicado, en febrero la situación ha mejorado de manera que esperan que el año discurra por “la senda positiva”. Los motivos de este optimismo son el menor coste del petróleo, la devaluación del euro frente al dólar que favorece las exportaciones, y el regreso de la financiación que, por lo menos para las empresas rentables, ya fluye y más barata.
A pesar de todos estos datos positivos, los responsables de las sociedades laborales vascas reiteraron la petición de prudencia, ya que, aunque las ventas aumentan, todavía están lejos de los años previos a la crisis, y los salarios de los trabajadores han caído casi un 20% respecto a los del 2007. “Somos más pobres que antes y las empresas también, por lo que nos va a costar recuperar lo perdido”, indicó Hernández
Actualmente, según los datos de ASLE, el 21% de las sociedades laborales están en beneficios, el 61% tienen unas cuentas equilibradas, el 15% declaran unas pérdidas asumibles y el 3% está mal. De hecho, el pasado año diez empresas del colectivo quebraron.
Los rectores de ASLE animaron a los trabajadores en empresas en crisis a constituir sus propias sociedades laborales para dar continuidad a las compañías porque, según señaló Hernández Duñabeitia, “la SAL siegue siendo una figura muy válida como modelo de empresa de gestión participativa de los trabajadores”.
En este sentido, los dirigentes de ASLE destacaron que desde la agrupación se ayudó a constituir 28 nuevas sociedades laborales en 2014, de ellas 16 surgidas de la reconversión de empresas existentes en crisis. En particular, destacaron dos casos del año pasado, los de la antigua Grumal Fagor y la de Muebles Azkue, que gracias a su transformación en SAL siguen abiertas.
En los procesos de reconversión de las empresas en sociedades laborales, los rectores de ASLE criticaron la actuación de la Seguridad Social, que “no ayuda en nada, su única preocupación es recaudar, no el mantener el empleo. En cambios las haciendas sí son sensibles a mantener los proyectos con vida”. Por último, Pujana mostró su preocupación por el “escaso nivel de inversión existente”, pues si no se recupera no se podrá mejorar la industria que todavía está mal.