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Más ciencias e inglés y menos religión en el currículum vasco

La versión definitiva de los decretos Heziberri confirman las medidas para paliar los efectos negativos de la Lomce El sector educativo vasco acoge con división de opiniones el nuevo texto

Más ciencias e inglés y menos religión en el currículum vasco

donostia- Los estudiantes vascos estudiarán más ciencias e inglés y menos Religión. Esta es la última novedad incluida en la versión definitiva del Currículum Vasco que la consejera de Educación, Cristina Uriarte, presentó ayer a los agentes educativos. Se trata de una versión mejorada del primer borrador tras recibir 878 aportaciones del sector. El mundo educativo recibió con talante dispar el documento final. Pese a mantener que el Curríclum Vasco no es la alternativa vasca a la ley Wert, todos los agentes a excepción de los sindicatos (familias, directores de instituto, centros de Primaria, ikastolas y Kristau Eskola) pusieron en valor que Educación haya incorporado a los decretos Heziberri 2020, medidas para mantener elementos importantes del sistema actual.

Tras la reunión celebrada en Gasteiz, Uriarte compareció para detallar los elementos que diferencian el Curríclum Vasco de la Lomce, de los cuales este periódico ha dado cuenta las últimas semanas. La última pieza del puzzle del Currículum busca ampliar el margen de excelencia del alumnado, que es el verdadero talón de Aquiles de la escuela vasca. Según la titular de Educación, en la ESO se incrementará “significativamente” el horario de las Ciencias Naturales, en Tecnología, Educación Física, Artística (Plástica y Música). Además, se reducirá un 33% el horario de Religión, también en Primaria.

Cabe recordar que el Consejo Escolar de Euskadi había pedido sacar Religión del horario lectivo cuando llegó el ministro José Ignacio Wert con su reforma para, al dictado de la Conferencia Episcopal Española, reforzar esta asignatura (al convertirla en evaluable y computable para la media) con el único propósito de poner freno a la caída en picado de las matrículas.

Esta medida ideológica se acompañó de otra menos ideológica. Se eliminó la materia de Educación para la Ciudadanía, creada en el Gobierno Zapatero, por Valores Sociales y Cívicos en la que algunos ven elementos “adoctrinadores” del ideario popular. La versión vasca de la alternativa a Religión que estudian los escolares vascos de 1º, 3º y 5º de Primaria este curso, no contempla los contenidos más polémicos del currículo oficial aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, como la formación de los estudiantes “en el concepto constitucional de la nación española” o a “estimar” la misión de las Fuerzas Armadas. Además, ataca la objeción de conciencia y la desobediencia civil y concibe como “problemas” algunos avances científicos, como la investigación con células madre, y ve como “peligros” la eutanasia o la eugenesia. El recorte horario de Religión en las aulas vascas es, por tanto, una victoria a medias del sector educativo vasco, donde una amplia mayoría aboga por el laicismo.

División de opiniones El nuevo Currículum ha sido acogido con disparidad de opiniones. El responsable de Kristau Eskola, organización que agrupa a los colegios religiosos, salió de la reunión reiterando el aval inicial que su organización dio en solitario al Curríclum Vasco en diciembre. La versión mejorada de los decretos ha promovido acercamientos de posturas, como el de las ikastolas; y agudizado rechazos, como el de los sindicatos que siguen pidiendo la retirada del texto. Por su parte, las familias de la escuela pública (Ehige), los directores de instituto (Bihe) y los centros de Primaria (Sarean) han dado una de cal y una de arena. Y es que, según señalaron en una nota conjunta, rechazan el documento porque “los decretos curriculares no son una estrategia para hacer frente a la Lomce como se nos indicó al comienzo del plan Heziberri”, al tiempo que reconocen “aspectos positivos” como los cambios introducidos para permitir organizar Primaria en ciclos, identificar las evaluaciones de control de Primaria de la Lomce como evaluaciones de diagnóstico del ISEI-IVEI, la diversificación curricular en la ESO, tratar de mantener el carácter compresivo de la enseñanza obligatoria evitando los itinerarios segregadores, etc.

Por su parte, Ikastolen Elkartea remarcó que los decretos “no son los que las ikastolas hubieran diseñado”, aunque destacaron que “presentan cambios significativos respecto a los primeros borradores y valoramos el esfuerzo del departamento, tanto por integrar las aportaciones realizadas por los agentes como por alejarse de los parámetros de la Lomce”, pese a que “este alejamiento, en diferentes extremos, está condicionado por el carácter de ley orgánica de la Lomce y en consecuencia no tiene la intensidad suficiente como para poder frenar su aplicación en todos los ámbitos”. Con este apoyo crítico, las ikastolas dan por cerrada esta fase de Heziberri 2020, con la esperanza de que se abra cuanto antes la última: la de la Ley Vasca de Educación. “Ya ha llegado el momento de trabajar todos para elaborar una ley que regule el conjunto del sistema educativo”.