Donostia. Los cuatro integrantes del grupo musical zarauztarra Delorean fueron liberados por la Interpol ayer en México tras ser víctimas de un secuestro de aproximadamente 30 horas, considerado inicialmente como "virtual", pero que fuentes del entorno de la banda guipuzcoana tildaron, en declaraciones a este periódico, de "secuestro armado en toda regla". Ekhi Lopetegui, Unai Lazcano, Guillermo Astrain e Igor Escudero ya se encuentran en libertad en el país azteca, donde la semana pasada participaron en el festival de música electrónica y cine Mutek, aunque finalmente han decidido abandonar la gira y regresar a casa.
Las primeras informaciones que trascendieron ayer hablaban de que los guipuzcoanos habían sufrido un secuestro "virtual", una modalidad a la que últimamente están recurriendo muchas bandas en México. Se trata de una alternativa de rapto mediante la que los secuestradores establecen contacto con la víctima vía telefónica. Primero se hacen pasar por la Policía y le convencen para que, por cuestiones de seguridad, abandone su ubicación y se traslade a otro lugar. También resulta habitual que le insten a desconectar su teléfono y a hacerse con una nueva terminal, de tarjeta, para continuar con las conversaciones. Y, una vez que la víctima accede a todo, se le indica que se trata de un rapto.
Nunca hay contacto directo entre secuestrado y secuestradores, pero estos aprovechan todas las circunstancia para reclamar un rescate a los familiares, aprovechando que la víctima ha quedado aislada. Para retenerle, se suele utilizar el mencionado móvil recién adquirido, al que se realizan constantes llamadas, bajo la amenaza de que si no se atienden habrá fuertes represalias.
Según una de las versiones que circularon ayer, el secuestro del grupo zarauztarra habría respondido a esta modalidad. Europa Press ponía en boca de familiares de la banda -que coincide también con la versión del Gobierno de México- que el pasado domingo habrían recibido una llamada de una persona que se identificó como miembro de los Zetas -organización criminal mexicana- alertándoles de un inminente tiroteo en el hotel en el que estaban alojados. Ante esta situación, les pedía que se fueran a otro establecimiento hotelero y que aprovechasen durante el camino para sacar dinero en efectivo, comprar nuevos móviles y romper los suyos, eliminando cualquier contacto con el exterior.
Según esta versión, les hicieron creer que estaban secuestrados y vigilados, aunque no llegaran a tener contacto físico con los secuestradores, quienes se comunicaban con ellos a través de los móviles con una violencia verbal extrema.
Sin embargo, fuentes del entorno del grupo aseguraron a este periódico que, respecto a lo acaecido en la capital mexicana, "de secuestro virtual nada, ha sido un secuestro armado y en toda regla". Durante las conversaciones con las familias de los músicos, los raptores amenazaban con causar la muerte a los integrantes del grupo. "Os los enviamos en trocitos" era la expresión que más repetían. Las autoridades españolas apuntan a que los secuestradores se disfrazaron de vigilantes y, en contacto directo con los músicos, les engañaron para abandonar su hotel. Acto seguido, todos se dirigieron a una segunda ubicación, en la que los integrantes del grupo vieron cómo se les requisaban los teléfonos móviles, para evitar que contactaran con sus familiares. La situación se prolongó por espacio de más de un día, durante el que los guipuzcoanos estuvieron custodiados a ratos por sus captores, una circunstancia que diferencia este secuestro de los llamados "virtuales".
Uno de los teléfonos móviles de los músicos fue, además, utilizado por un integrante de la banda de delincuentes, para llamar a uno de sus familiares y comunicarle el secuestro. El lunes por la mañana la Er- tzaintza recibía en Donostia y Zarautz llamadas sobre un posible secuestro en Mexico. Tres componentes de la Sección de Secuestros y Extorsiones del Equipo Nacional de Negociación de la Comisaría General de la Policía Judicial se trasladaron a Oiar-tzun para colaborar en la resolución del conflicto.
La liberación, finalmente, se produjo ayer a las 14.30 horas, cuando miembros de la Oficina Nacional de Interpol México localizaban y liberaban a los integrantes del grupo musical, que se encontraban en dos habitaciones de un hotel de la Ciudad de Mexico, según Europa Press.