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La fijación de Interior con los "berrozis" eleva su nivel de absentismo hasta el 50%

LA GESTIÓN DE LA JEFATURA ACTUAL Y EL NUEVO CALENDARIO LABORAL HAN DISPARADO LAS BAJASEl cuerpo de élite de la Ertzaintza ha visto ampliar sus horas laborales, los entrenamientos y se han eliminado los gastos

DONOSTIA. La gestión de los actuales responsables del Departamento de Interior ha generado un malestar creciente entre los agentes de las Unidades de Protección e Intervención -más conocidos como berrozis- que, según fuentes conocedoras de la situación, "está a punto de estallar". Lo que muchos consideran una "fijación" especial de los dirigentes de la Consejería por la unidad de Berrozi ya ha tenido su primera consecuencia, y es que la Unidad de Intervención, que no se ha caracterizado nunca por tener un número de bajas reseñable, acumula actualmente un nivel de absentismo del 50%.

"Desidia" y "desmotivación" son algunos de los sentimientos que se han instalado entre los agentes que están considerados como la élite de la Policía vasca, lo que ha provocado que en los últimos meses se haya disparado entre sus filas el absentismo -precisamente, una de las bestias negras que el consejero de Interior, Rodolfo Ares, se ha comprometido por activa y por pasiva a combatir durante su mandato-.

Un cúmulo de decisiones adoptadas desde la llegada del PSE al Gobierno Vasco ha desembocado en esta situación. En primer lugar está el nombramiento de un nuevo jefe de la Unidad de Intervención, muy discutido entre la mayoría de los más de 30 agentes que la integran. "Es un problema de actitud", aseguran algunos de los afectados, que utilizan términos como "prepotencia" y "despotismo" para definir su labor. "No se puede llegar a un lugar como éste y usarlo como si fuera un juguete y no algo serio", agregan. Al intento de introducir los métodos de otras policías como los GEOS se suma el que "parece que fomenta la desunión de los grupos, premiando a unos y castigando a otros, cuando tendrían que estar muy compenetrados".

A ello hay que añadir el nuevo calendario laboral elaborado para los berrozis, que eleva hasta 1.400 horas de trabajo efectivo al año las en torno a 1.100 horas que tenían estipuladas hasta el momento. Eso sin contar la situación de stand by en la que deben permanecer estos agentes -que les exige un tiempo de reacción inmediata en caso de emergencia-, que sitúa el número real de horas anuales en 5.000, pero que "no se computan ni se les compensa de ninguna manera".

Así lo denuncia el sindicato Euspel, cuya afiliación está formada en un 80% por berrozis. "Les han cargado con muchísimos entrenamientos, también cuando están como retén, en lugar de dosificarlos; no son máquinas", explica un portavoz de la central. Euspel propuso celebrar una reunión de todos los representantes sindicales con el jefe de la Unidad de Intervención para abordar toda esta problemática, pero este se negó. Los encuentros se están celebrando finalmente de forma individual con cada sindicato, pero no parece que la situación vaya a sufrir un vuelco.

La primera polémica surgió a finales del año pasado con la decisión de destinar a agentes de la Unidad de Acompañamientos a trabajar junto a los berrozis protegiendo a vips, realizando labores de vanguardia. Esta situación desembocó en un agrio enfrentamiento entre los integrantes de ambas áreas, pero tras el envío de una avalancha de informes desfavorables por parte de Euspel, Interior ha rectificado y ha retirado a los ertzainas que ejercen de escoltas de este servicio, que vuelve a quedar en manos de la Unidad de Protección.

La decisión del departamento de separar las Unidades de Protección e Intervención -de integrar la denominada UPI pasaron a estar bajo el paraguas de la nueva División de Seguridad Ciudadana y Recursos Operativos- también ha provocado sus primeros perjuicios. Entre ellos, que ya no se abonan los gastos a los agentes de Intervención. Como curiosidad, ello incluye los trajes de gala que deben lucir al realizar una "escolta de alta protección", por ejemplo al acompañar a ministros, los reyes o los príncipes. "Ponen como excusa que ahora son unidades diferentes. ¡Pero si hacen el mismo trabajo!", denuncia Euspel.

Recelosos En el seno del departamento se ha empezado a extender la idea de que sus actuales gestores tienen como objetivo "desnaturalizar" o "vaciar de contenido" la unidad de Berrozi, quizás porque se constituye en el origen mismo del Cuerpo, desde el que se dio forma a la Ertzaintza, y por tanto el último reducto de sus esencias. Preguntados a este respecto, desde Euspel anteponen la profesionalidad de los berrozis. "Nos limitamos a trabajar y punto", asegura un portavoz.

Eso sí, reconoce tener la impresión de que el consejero Ares y su equipo "están muy recelosos con esta unidad". Como primer ejemplo pone la jornada de puertas abiertas que se organizó en la base de Berrozi el 17 de septiembre de 2009, por la que representantes de los grupos parlamentarios y los medios de comunicación pudieron penetrar en sus muros, un hecho inédito hasta entonces. "¿Qué esperaban encontrar ahí? Se hizo esa jornada y ya está, no pasó nada", zanja.