Berlín. Dos estudiantes españolas nacidas en Tarragona se encuentran entre los 19 muertos de la tragedia desatada el pasado sábado en la fiesta de música electrónica Love Parade de Duisburgo (Alemania), de la que todavía no se han aclarado las circunstancias que la desencadenaron.
Las fallecidas son Clara Zapater, estudiante de Psicología; y Marta Acosta, natural de Cambrils, que cursaba estudios de Filología Inglesa. Ambas tenían 22 años y se encontraban en Duisburgo celebrando el fin de curso con una treintena de compañeros. Tras dos semestres en la universidad, habían acudido de vacaciones al Love Parade, y poco después tenían pensado regresar a España.
Las familias viajaron ayer hasta allí para identificar los cadáveres y realizar los trámites de repatriación de los cuerpos, según confirmó Exteriores. Mientras que el cónsul español en Düsseldorf, Manuel Viturro de la Torre, se desplazó a Duisburgo para asistir a otros quince españoles que estaban en la Love Parade, que deseaban regresar a España lo más rápidamente posible.
Además, entre los extranjeros fallecidos también hay un holandés, un australiano, un italiano y un chino, según informó ayer el jefe de la policía de Duisburgo, Detlef von Schmilling. En total, 18 de los 19 fallecidos de edades entre 20 y 40 años ya han sido identificados.
Mientras tanto, la Fiscalía de Duisburgo inició ayer una investigación sobre lo ocurrido mientras los medios alemanes señalan a la policía y a los organizadores de la multitudinaria fiesta tecno como responsables.
El jefe de la Policía local, Detlef von Schmilling acudió ayer a una rueda de prensa acompañado del alcalde de Duisburgo, Adolf Sauerland, del responsable del operativo policial, Wolfgang Rabe, y del principal organizador del festival de música electrónica Love Parade, Reiner Schalle.
Para sorpresa, Rabe aclaró que, contrariamente a lo que se había difundido inicialmente en los medios, ninguna de las víctimas mortales falleció en el interior del túnel construido en los años 60 y de 10 metros de ancho. Los fallecidos perdieron su vida en las rampas circundantes o al tratar de trepar por una escalera, principalmente en el lado oeste de la entrada.
Un portavoz de los organizadores, Björn Köllen, remitió a la investigación judicial al ser interpelado sobre la existencia de una única puerta de entrada al recinto festivo, situado en la antigua estación de mercancías de Duisburg. Schmeling, por su parte, explicó que poco antes de la tragedia la policía habilitó un segundo acceso y aclaró que en ningún momento se cerraron las puertas de la Love Parade.
número de agentes Uno de los aspectos más criticados de la tragedia, la actuación de la policía, era matizada ayer por Schmeling. Frente a lo que dijeron los medios alemanes, que sólo 1.200 agentes estaban al cargo de la seguridad en la ciudad, el jefe de Policía dijo que eran 4.000 más un millar de agentes de seguridad privados dentro del recinto.
Rabe señaló que no podía confirmar que el pasado sábado en el entorno de la Love Parade hubiera hasta 1,4 millones de personas a lo que Schmeling dijo que sólo podía asegurar que entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde llegaron a la estación de trenes de Duisburg 105.000 personas.
Muchos medios de prensa alemana han criticado que se habilitara un espacio de 230.000 metros cuadrados para la fiesta, cuando normalmente en los últimos años la Love Parade atrajo a más de un millón de personas en sus distintos certámenes.