Yllanes ha sido juzgado desde el pasado día 2 por el crimen de la jovenNagore Laffage durante los Sanfermines de 2008 y se enfrenta apeticiones de cárcel que van desde los veinte años de la acusaciónpopular y particular a los 17 y medio que pide el fiscal por asesinatoy los siete años por homicidio que solicita la defensa.

Después de que el abogado defensor expusiera sus conclusiones finales,Yllanes ha hecho uso de su derecho a una declaración final, en la queha reconocido que "nadie tiene derecho a quitar una vida", unaactuación que según ha dicho le "ofende" a él especialmente, porque,como psiquiatra, se dedicaba a "ayudar a la gente para que vivieramejor".

Yllanes ha pedido disculpas "a todo el mundo" y se ha puesto en manos del jurado y "a los pies" de la familia de Nagore Laffage.

"PRESIÓN MEDIÁTICA"

Con anterioridad había intervenido el abogado defensor, Eduardo Ruiz deErenchun, quien ha destacado que él y su padre, Ángel Ruiz de Erenchun,acumulan más de sesenta años de ejercicio profesional y "nunca jamáshabíamos asistido a un juicio con tamaña presión mediática".

El abogado defensor no ha querido "ahorrar calificativos" sobre lamuerte de Laffage, pero ha afirmado tener "dudas muy serias y fundadas"de que hubiera alevosía en la actuación de Yllanes, ya que, en suopinión, transcurrió un lapso de tiempo "muy corto" desde que ambosjóvenes se dirigieron al domicilio del psiquiatra, el momento en quecomienza a golpearla y el instante en que supuestamente la estrangula.

Ruiz de Erenchun, quien ha calculado que ambos jóvenes sólo estuvierondurante veinte o treinta minutos en el piso, ha apuntado además que es"indiscutible" que a las 10:04 horas se recibió en los servicios deemergecias una llamada de teléfono de la tarjeta de Yllanes en la queuna voz muy tenue dice las palabras "matar" y "muerta", pero haestimado que hay "dudas más que razonables" de que se tratara deLaffage pidiendo auxilio.

La madre de Laffage ha asegurado en el juicio que reconoce la voz de suhija en esa grabación, pero "con todo nuestro afecto, comprensión ycariño", la defensa ha opinado que ella es "la testigo menos imparcial"por "el tremendo dolor y la angustia que siente".

El abogado ha opinado que quien llamó fue el propio Yllanes, que "sabeque acaba de quitar la vida a una chica inocente" y llama al 112 paradecir: "La acabo de matar, está muerta".

Tampoco ha considerado que en este caso haya un delito de profanaciónde cadáver, como creen las acusaciones particular y popular, porque, asu entender, lo que se castiga en el Código Penal son actuaciones quesupongan "mofarse" de un cadáver y faltarle al respeto, algo que noestaría implícito en la acción "desesperada e irracional" de Yllanes decortar un dedo de la mano a la joven.

Respecto a las atenuantes que solicita la defensa, el abogado haindicado, sobre el pago de 126.853 euros en concepto de reparación dedaños, que, "nos podrá parecer justo o injusto", pero es un conceptoque "se aplica todos los días en toda España", aunque ha reconocido que"no hay dinero en el mundo que pueda compensar la muerte de Nagore".

Además, sobre la petición de atenuante analógica de confesión delacusado, ha señalado que en efecto fue "muy tardía", pero ha subrayadoque Yllanes no huyó, colaboró en la reconstrucción de los hechos yadmitió ser el autor del crimen, a pesar de que no había "ni una solaevidencia biológica o científica" de que fuera la persona queestranguló a Laffage.

En relación a la atenuante de arrebato u obcecación, el abogado haconsiderado que, el día de los hechos, Laffage entendió en undeterminado momento que Yllanes iba a agredirla sexualmente, le amenazócon denunciarlo por este motivo, una acusación que él entendió que era"absolutamente injusta", y el "miedo tan intenso" que sintió le hizo"perder la razón".

El abogado, quien ha asegurado que esa "locura" temporal del acusado nosignifica que esté totalmente exento de responsabilidad, ha resaltadoasimismo que Yllanes no ha ganado "absolutamente nada" matando aLaffage, sino que, al contrario, "lo pierde todo", incluida sudignidad, su trabajo, el reconocimiento social y los amigos.

ATENUANTE DE INTOXICACIÓN

Por último, acerca de la atenuante de intoxicación, ha considerado queexisten suficientes indicios para apreciar que estaba afectado por elalcohol, lo que a su juicio sería compatible con el hecho de queYllanes llegara a casa andando y aparentemente en buen estado.

Uno de los indicios de su ebriedad, ha añadido, es el propio hecho"inexplicable" de cortar un dedo a la víctima por un plan "absurdo,delirante, que no tiene el más absoluto sentido", porque se habíavuelto "absolutamente loco".

El abogado ha terminado su intervención pidiendo a los miembros deljurado que actúen "con libertad, con racionalidad, con prudencia, sinpasión, con templanza".

El jurado de este juicio permanecerá hoy aislado hasta que mañana elpresidente de la sala les entregue el documento en el que seespecificará el objeto del veredicto.