Una cruz del siglo XVI, perteneciente a la ermita de Santa Engrazi, una de las seis ermitas que se encuentran en Segura, ha sido restaurada y ahora vuelve a brillar en todo su esplendor. El paso del tiempo había causado el deterioro de esta cruz, que ha sido testigo durante años de eventos religiosos tradicionales. Nada menos que durante 280 años, esta cruz ha formado parte del Vía Crucis que se celebra anualmente en Viernes Santo, y que recorre el camino entre la ermita de Santa Engrazi y la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Laureano Telleria, vecino de Segura y conocedor de los secretos e historias del lugar, relata que el importante valor artístico e histórico de la cruz recién restaurada no se sabía previamente, razón por la cual no se había realizado la mejora antes. El trabajo ha sido efectuado por la arrasatearra Carmen Martín Martín, del Taller CM Restauración.
Cabe destacar que esta labor se ha llevado a cabo gracias a la generosidad de los segurarras, quienes, sin dudarlo, han contribuido con los 4.000 euros necesarios. Entre las personas que han aportado su granito de arena se encuentran vecinos que ya no residen en la villa. Asimismo, Telleria resalta el entusiasmo del párroco de la localidad, Jesús Javier Domínguez, quien desde el primer instante mostró mucha ilusión por el proyecto que se puso en marcha en el mes de marzo de 2023.
Bendición de la cruz
El próximo viernes, 29 de marzo, se celebrará el Viernes Santo, y como indica la tradición, se realizará el Vía Crucis, con la presencia de la recién restaurada cruz. Este año, dicho símbolo religioso adquirirá un protagonismo especial. Ante la mirada atenta de todos los presentes, la cruz será bendecida. Después será colocada en la parroquia para que todos puedan adorarla. La cruz permanecerá allí y no regresará a su tradicional hogar: la emita de Santa Engrazi. Según Laureano Telleria, esta decisión se ha tomado por motivos de seguridad, ya que la ermita carece de vigilancia, mientras que la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción cuenta con alarma.
Como gesto de recuerdo, agradecimiento y para facilitar la oración, se distribuirá una imagen de la cruz a aquellos que la visiten.
Ermita de Santa Engrazi
La ermita de Santa Engrazi destaca como una de las más antiguas de Segura y se distingue por su imponente espadaña de sillería; única en Gipuzkoa. Ubicada en el camino hacia Mutiloa, se cree que fue parroquia en el pasado.
Además de albergar la cruz del siglo XVI, conserva una antigua costumbre. Esta tradición perdura desde hace más de 400 años y continúa celebrándose anualmente. Se trata del rito de la bendición del agua y las semillas que se lleva a cabo el domingo más cercano al 16 de abril, Día de Santa Engrazi.
Este es uno de los eventos más señalados de Segura. Baserritarras y vecinos de la villa y otras localidades de la comarca de Goierri se congregan para bendecir el agua y las semillas, con la esperanza de una cosecha próspera. Las semillas son llevadas en cestillos de mimbre (no en bolsas), como dicta la tradición. En tiempos pasados, el agua era transportada en grandes marmitas; sin embargo, en la actualidad el sacristán de la ermita prepara dos recipientes de los cuales los asistentes pueden adquirir agua bendita, que esparcen en los campos y guardan con devoción en sus hogares.
Laureano Telleria recuerda que hace muchos años también se bendecían las últimas manzanas que quedaban en el desván de los caseríos. Después, explica, la costumbre era comerlas crudas, nunca asadas o cocidas.
El ritual, que se desarrolla en el exterior de la ermita, concluye con un almuerzo en la campa que rodea la edificación religiosa, preparado y brindado por la familia Ormazabal.
