La viceconsejera de Hacienda del Gobierno Vasco y presidenta del Órgano de Coordinación Tributaria de Euskadi OCTE, Itziar Agirre, ha advertido a los grupos junteros de Gipuzkoa que la reforma fiscal que se plantea para la CAV debe estar armonizada tanto con las normas dictadas a nivel europeo y estatal como entre los tres territorios. Según ha señalado, puede existir alguna adaptación fiscal a una realidad específica de un territorio, pero el “tronco” de los impuestos ha de ser común.

“Hay propuestas que parecen ideales pero por las consecuencias que tienen en otros ámbitos hay que examinarlas o desterrarlas”

Itziar Agirre - Viceconsejera de Hacienda del Gobierno Vasco

Agirre ha intervenido en las Juntas Generales de Gipuzkoa dentro de la ponencia que durante estos meses recoge las aportaciones de diferentes expertos con el fin de estudiar la introducción de modificaciones en el sistema fiscal del territorio. En este sentido, la presidenta del OCTE ha advertido de que las variaciones deben estar consensuadas entre los tres territorios vascos, y en un momento de la intervención ha recomendado a los diferentes grupos junteros que conversen con sus homólogos en Bizkaia y Álava.

ELIMINAR DIFERENCIAS

“La ponencia es interesante, pero no quiere decir que lo que salga de aquí se traslade a los otros territorios”, ha indicado, aunque a renglón seguido ha aclarado que las conclusiones que se puedan realizar “son importantes”. Interpelada por el hecho de que Bizkaia ya haya implantado antes que otros territorios incentivos fiscales al mecenazgo cultural, ha admitido que “no es deseable” este hecho diferencial, algo en “lo que estamos trabajando”. 

No obstante, ha recordado que en ocasiones un territorio se adelanta pero más tarde se aplica la misma norma fiscal en los otros dos de la CAV. Precisamente hoy las Juntas Generales debatirán la incorporación de estos incentivos fiscales a la cultura en Gipuzkoa.

La presidenta del Órgano de Coordinación Tributaria de Euskadi, Itziar Agirre. Iker Azurmendi

Itziar Agirre ha señalado que “algunas propuestas pueden ser adecuadas pero no para otros entornos y otras pueden ser un cambio de paradigma y no se pueden aprobar de repente, por lo que hay que diseñar otras estrategias”. Ha añadido que “otras propuestas parecen ideales pero por las consecuencias que tienen en otros ámbitos hay que examinarlas o desterrarlas”.

BASES TRONCALES SIMILARES

La viceconsejera de Hacienda ha admitido que todos los impuestos “no tienen por qué ser iguales”, dado que se pueden aplicar normas para un sector específico de un territorio que no existe en los otros dos, pero ha aclarado que “sus bases sí tienen que ser uniformes”, trabajo que desarrolla el Órgano de Coordinación Tributaria de Euskadi para lograr que “haya las menos diferencias posibles”. “Sin este órgano, durante estos 15 años cada una de las Juntas Generales habría ido por su cuenta”, ha insistido.

Otro de los mensajes que ha querido trasladar a los junteros de Gipuzkoa es que la fiscalidad es la herramienta para financiar las políticas institucionales, no un órgano de decisión para diseñarlas.

"La fiscalidad puede coadyuvar pero no determinar las políticas públicas sectoriales"

Itziar Agirre - Presidenta del Órgano de Coordinación Tributaria de Euskadi

En este sentido, ha dicho que “la fiscalidad es coadyuvante, no puede ser determinante en una política institucional concreta”. Según ha explicado, la estructura institucional vasca es compleja y en este esquema “la mayoría de las competencias se desarrollan por una administración que no ostenta la competencia fiscal”, en relación al Gobierno Vasco como autor de las políticas públicas y las Juntas Generales como las responsables de las políticas fiscales, aunque no ha olvidado citar a los ayuntamientos, que también tienen sus propias competencias en las políticas municipales.

COLABORACIÓN INTERINSTITUCIONAL

Por este motivo, ha subrayado la importancia de que exista una colaboración institucional por la que la administración competente “no tenga las manos atadas por la fiscalidad para desarrollar su política de la mejor manera posible”. 

Es decir, ha defendido que la reforma fiscal incorpore nuevas medidas que, en cualquier caso, tengan el objetivo último de establecer un sistema “justo y progresivo” además de adaptado a las normativas europea y estatal y ha recordado que la OCDE también ha iniciado el trabajo para redactar una serie de normas fiscales de aplicación internacional en favor del desarrollo sostenible.