Se llama Antonio Tiberi, solo tiene 22 años y es una de las más firmes esperanzas del ciclismo italiano. Su nombre comenzó a trascender en el más alto nivel cuando, allá por septiembre de 2019, se proclamó campeón del mundo contrarreloj en categoría junior, un título que muchos otros han conseguido pero que entonces resultó especial por el modo en que fue logrado. El chaval, favorito aquel día, vio cómo se le salía la cadena al dar la primera pedalada de la prueba, aún en la rampilla de lanzamiento. Con una tranquilidad pasmosa, bajó de la bici, tuvo tiempo para apoyarla en el coche de la selección transalpina y se subió a una nueva para batir el mejor tiempo en meta por solo ocho segundos. Medalla de oro y arco iris.

Captado

La posterior batalla por hacerse con el fichaje de Tiberi la ganó el Trek, con Markel Irizar ejerciendo de ojeador e igualmente de contacto fidelizador. Las funciones del oñatiarra no consistían solo en descubrir talentos y captarlos, sino también en mantener con ellos una relación fluida de cara al salto al profesionalismo. Normalmente, los candidatos rendían y rinden todo tipo de pleitesías a ese equipo que les va a catapultar a la élite. Tiberi, mientras, mantenía ante Markel la misma calma que acreditó en la exitosa crono de Yorkshire. “Espera, que estoy cenando. Ahora bajo”, llegó a indicar una vez a su mentor, cuando este le anunció que ya había llegado al hotel de turno. Un tipo especial, el amigo Antonio. 

Una tarde de verano

La promesa transalpina terminó recalando en el propio Trek en agosto de 2020, con 19 recién cumplidos. Era muy joven aún y su carrera comenzó a avanzar muy poco a poco, hasta que dos veranos más tarde llegó la ya célebre tarde que Tiberi pasaba aburrido en su casa de San Marino. Vayan ustedes a saber por qué, manejaba en el apartamento una pistola de aire comprimido. Y en su ánimo de probarla, disparó desde la ventana a un gato que paseaba por la zona, con la buena puntería de alcanzarle, la desgracia de matarle y la mala suerte de cargarse (sin saberlo) a la mascota de un ministro. La identidad del dueño, lógicamente, multiplicó los ecos de la noticia: 4.000 euros de multa, sanción de 20 días de empleo y sueldo por parte del equipo, y enrarecimiento a la larga de una relación profesional que llevó al ciclista a salir del propio Trek hace justo un año. El Bahrain se interesó en él y le contrató.

Subiendo a Oropa

El caso es que, transcurridas ya cinco temporadas enteras desde la contrarreloj que lanzó a Tiberi al estrellato, la primavera de 2024 ha visto terminar de florecer al corredor italiano, octavo en la Volta a Catalunya y tercero en el Tour de los Alpes. Ávida de hallar nuevos referentes para las grandes vueltas, la prensa local no ha tardado en señalarle como posible revelación del presente Giro, pero la primera en la frente llegó el domingo en Oropa. Bien colocado a media ascensión, Antonio pinchó la rueda trasera. Sugirió cambiar la bici con su compañero Zambanini, de talla similar. Pero los directores le animaron a coger una nueva del coche. Como en 2019. Esta solución, aceptada a regañadientes por el protagonista, acabó rebelándose nefasta, pues la maniobra coincidió con un momento en que la carrera aceleró, e implicó encima pasar a competir sobre una montura cuya rueda delantera viajaba en el mismo coche sin la presión suficiente. ¿Resultado? Cinco kilómetros de tremendo esfuerzo individual, sufriendo sobre un neumático deshinchado y sin la posibilidad ya de parar de nuevo, lo cual habría supuesto perder más tiempo aún. Tiberi alcanzó la meta a 2:24 de Pogacar, adelantando corredores pese a todo y maldiciendo lo ocurrido, porque sus sensaciones previas estaban siendo “muy buenas”... Vigilaremos estos días su dorsal 211.

¿COLOMBIA O ECUADOR? EL PRIMER LÍDER Y SU LÍO CON LAS BANDERAS. La anécdota era relatada por el ex ciclista belga Philippe Gilbert, comentarista de Eurosport Francia, quien compartió equipo en 2018 con Jonathan Narváez, ganador en Turín de la etapa inaugural del presente Giro. El actual corredor del Ineos recaló entonces en el Quick-Step, y lo hizo en calidad de campeón de Ecuador (ahora también lo es), por lo que los responsables de la escuadra diseñaron para él un maillot personalizado. Aquel invierno, en plena concentración a orillas del Mediterráneo, llegó el momento de distribuir la ropa, y Narváez vio sorprendido cómo su indumentaria le acreditaba en realidad como campeón de Colombia, y no de su país. Las banderas de ambas naciones resultan casi idénticas, pero con matices (un escudo incorporado) a los que los implicados otorgan lógica importancia.

HOY, 'STERRATO': POGACAR VUELVE A LOS CAMINOS DE LA TOSCANA. “¿Dónde vas a atacar?”, le preguntaron a Tadej Pogacar antes de la salida en la pasada Strade Bianche. “EnSanta María”, respondió sin dudarlo. Unas horas más tarde, cumplió con lo públicamente anunciado, demarró a 80 kilómetros de meta y se marchó en el mencionado tramo de tierra sin que el resto de ciclistas pudieran verle ya el pelo... Hoy jueves, el Giro devuelve al esloveno a los caminos blancos de la Toscana en los que protagonizó aquella exhibición, aunque esta vez en medio de una vuelta de tres semanas y con una exigencia mucho menor. Son apenas tres pasos que suman 11,6 kilómetros sobre 'sterrato', el último a 16 de la llegada y en medio de una meteorología parece que favorable, por lo que la gravilla no debería causar estragos. O sí.