El tren es un medio de transporte cómodo y rápido… salvo cuando no lo es (que se lo digan a los extremeños). Realizar ciertos trayectos en tren, especialmente en el norte de España, puede resultar desesperante por la cantidad de paradas que realiza en el camino o incluso por su velocidad, ya que no todos son AVE.

Ribadeo Gijón en coche...

Es lo que demostró hace unas semanas un ciclista aficionado natural de Taramundi (Asturias) que vive en Ribadeo (Lugo), el primer pueblo de Galicia entrando por la costa asturiana. Manuel Carrelo, más conocido como Nenón, de 47 años, fue a visitar unos días a su novia, que vive en Gijón. Lo hizo en el coche de ella, un trayecto de 131 kilómetros por la autovía A-8, que recorre la costa del Principado, que cuesta aproximadamente una hora y 19 minutos.

...y vuelta en bici

De cara a regresar a Ribadeo miró los horarios del tren (el más rápido tarda más de cuatro horas y media y el más lento, más de seis) y, viendo las horas que le costaba llegar en ferrocarril y que hacía buen tiempo, decidió emprender el camino de vuelta en su bicicleta. Ciclista del equipo Aerodynamics Academy Cycling Team de Castropol, villa asturiana muy próxima a Ribadeo, explicaba en la Cope que pensó “que me llevaba lo mismo hacer el trayecto en bici. No era un reto, es que era un desplazamiento que tenía que hacer", asegura.

Nenón, que recorre unos 12.000 kilómetros al año y que está en forma, aunque no suele completar distancias tan largas, enlazó Gijón y Ribadeo por la antigua carretera general, con muchas curvas pero con poco tráfico tras la entrada en servicio de la autovía. Un recorrido que completó en cuatro horas y 38 minutos, es decir, más o menos lo mismo que el tren más rápido y hora y media menos que el más lento. Y eso que no se exprimió porque no se lo había puesto como un reto.

Un tren de FEVE, en una vía asturiana. Efe

Desesperantes conexiones en tren

"No pretendía ser una crítica al tren, pero la verdad es que es una pena que no se mejore la gestión porque nos daría un servicio importante en la zona", afirmaba Nenón, lamentando que se hable tanto del AVE y no se mejoren las frecuencias y recorridos de los trenes ya existentes, que además habitualmente acumulan retrasos, cancelaciones y averías.

El problema de la conexión ferroviaria entre Asturias y Galicia es de sobra conocido, ya que todavía se utilizan los viejos trenes de FEVE que cubren la línea entre Ferrol y Gijón, ciudades que en tren están separadas por casi ocho horas y en coche por poco más de dos horas y media. Los nuevos y esperados trenes para la línea de ancho métrico no podrán circular por el Principado hasta 2026 después del desastre del primer pedido realizado, al constatarse que las medidas de los ferrocarriles encargados no les permitían pasar por los túneles de Asturias y Cantabria, al parecer, según ha reflejado una auditoría interna, por un problema de comunicación entre Renfe y ADIF.