nopinado protagonista de la noticia que nos ha helado el alma en las últimas horas: Como la inmensa mayoría de mis convecinos, soy incapaz siquiera de imaginar qué le pudo llevar a comprar una escopeta por Internet, certificarla, hacer un examen de aptitud para tenerla y, finalmente, liarse a tiros en la Facultad de Ciencias del campus de la UPV en Leioa, de la que usted mismo es alumno, con un expediente notable según se nos dice. Disparos, nada menos que 25, que por fortuna no iban dirigidos a personas, aunque pudieron causar fácilmente una tragedia. Me alegra y me alivia que todo haya quedado en un tremendo susto. En su caso, me temo que vaya a ser algo más. Le aguarda un camino tortuoso que espero que sea capaz de superar.