Síguenos en redes sociales:

Telepredicador

El despido de Lequio

Dicen que la Justicia es lenta pero lo es más la televisión a la hora de adoptar medidas, que adopta, sobre todo, cuando no le acompaña la audiencia

El despido de LequioEuropa Press

Tele 5 ha largado a Lequio en mitad del programa del que formaba parte (el matinal Vamos a ver) no por las cosas que dijo hace un trillón de años reconociendo en un programa de la tele (Tómbola) que ha dado bofetones a las mujeres porque, decía, no tiene nada de malo y menos en una discusión fuerte, alegando, ante la perplejidad de los periodistas, que eso no es ni violencia ni malos tratos. Le han largado ahora por lo que ha contado su ex, Antonia Dell’Atte en una entrevista en El País, que es lo que ya contó otras tropecientas veces en tropecientas entrevistas, muchas de ellas en esa misma cadena, sobre lo que sufrió y padeció en su matrimonio con él en base a una denuncia por malos tratos físicos y psicológicos que le interpuso en 1991, y acabó retirando, al sentirse sola e incomprendida, y una sentencia de 2004 por llamarle “maltratador” que le dio la razón a la modelo y el conde recurrió pero perdió. Esa sentencia, de hace 21 años, de esos hechos, de los que hace todavía más, es por la que ahora se ha interesado la directiva de Tele 5 y ha provocado el despido de Lequio, contratado en un programa de la cadena a través de una productora, la de Ana Rosa Quintana y antes de la de Crónicas marcianas, porque este señor lleva instalado en Tele 5 diciendo barbaridades de otra gente, sobre todo de otras mujeres, casi desde que empezó la cadena sin que ni la sentencia ni las denuncias de su ex y madre de su primer hijo tuvieran efecto alguno.

La historia suena prácticamente idéntica a la del despido, de la misma cadena, del ex de Rocío Carrasco, que se pasó años despotricando de la madre de sus hijos en todos los programas que le daban voz y dinero, que fueron muchos.

Dicen que la Justicia es lenta pero lo es más la televisión a la hora de adoptar medidas, que adopta, sobre todo, cuando no le acompaña la audiencia. Parece que ahora, ya sí, les sale más caro mirar a otro lado.