Cinco chicos y sus cinco exigentes madres son los protagonistas de un reality muy particular, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? que, en formato dating show regresa a Cuatro siete años después de su última emisión. “Es un formato perfecto porque tiene una mecánica básica”, afirma Jaime Guerra, director de la División de Producción de Contenidos de Mediaset España, para resumir un programa de entretenimiento caracterizado por juntar la búsqueda del amor con el humor.

La asturiana Luján Argüelles vuelve a ejercer de particular Celestina y reconoce poco menos que estaba deseando que el programa volviera, al igual que muchos espectadores. “Es como una sitcom pero con personajes reales. El casting es mediante búsqueda directa, no es abierto como Gran Hermano. Si no funciona el casting no hay programa. A veces tenemos un protagonista buenísimo pero la madre no se sustenta o al revés, una madre buenísima y el protagonista no tira”.

Entre los solteros hay representación vasca. Christian, un joven que se presenta “sincero y sin filtros que liga menos que una farola”. Su madre, Begoña, quiere “aflamencarlo”. Sus compañeros de programa serán un empresario inmobiliario murciano, un abogado de Huelva, un fisioterapeuta aristócrata gaditano y un cantante de trap del barrio madrileño de Usera.