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“No es el violador del Eixample pero cometió un error”

El fiscal pide cárcel para el exconcursante de ‘Gran Hermano’, en un juicio visto para sentencia

“No es el violador del Eixample pero cometió un error”

El fiscal mantuvo ayer la solicitud de dos años y medio de cárcel para el exconcursante de Gran Hermano José María López al considerar acreditado que abusó de Carlota Prado, otra participante de este reality de Telecinco, dentro de la casa de Guadalix conforme al testimonio de la víctima y al visionado de las imágenes de lo sucedido en la madrugada del 3 de noviembre de 2017.

El juicio, que quedó ayer visto para sentencia, arrancó a puerta cerrada el pasado jueves con la declaración del acusado, quien defendió que la relación que mantuvo con Carlota Prado esa madrugada bajo el edredón era consentida. “No tuve la percepción de que estuviera inconsciente”, manifestó.

En la sesión, compareció un psicólogo del programa y se practicó a instancias del fiscal el visionado de las imágenes captadas por las cámaras del programa que registraron el inicio de la fiesta, la ingesta de alcohol y el momento de los supuestos abusos sexuales en la cama bajo el edredón.

El vídeo concreto del hecho controvertido dura unos tres minutos y fue visionado dos veces a petición del fiscal. La Sala exhibió también las imágenes en las que la joven vomitaba y los vídeos en los que José María le contaba lo que pasó esa noche, indicando que la relación no había sido completa. Además, se mostraron las imágenes que exhiben cómo la dirección del programa muestra a la joven en el confesionario lo sucedido la noche anterior. Los responsables del programa decidieron, a su vez, expulsar al concursante sin dar explicaciones de lo ocurrido a sus compañeros.

Peritos criminológicos habrían manifestado durante la prueba pericial que los movimientos bajo el edredón solo lo podían realizar dos personas y que en la retirada del pantalón tuvo que participar la joven.

Los presuntos abusos sexuales se produjeron después de una fiesta en la casa de Guadalix en la que la chica habría ingerido varios chupitos de alcohol. “A sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia”, según sostiene el fiscal, el acusado abusó supuestamente de la joven, entonces con 18 años, a pesar del estado de embriaguez que presentaba.

En su informe final, el fiscal mantuvo su solicitud de pena y solicitó dos años y seis meses de cárcel y una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima.

“No es el violador del Eixample pero cometió un error”, aseveró en su informe del que modificó hechos relativos a que fue la propia Carlota quien se retiró el sujetador en el momento de los hechos y no el acusado.

También pidió idéntica cantidad a la productora del programa por los daños ocasionados a raíz de la exhibición a la perjudicada de las imágenes grabadas un día después.

Libre absolución

El abogado defensor solicitó la libre absolución del acusado al considerar que no se produce ningún elemento del tipo al afirmar que “no hay ningún tipo de abuso ni nada parecido”.

Durante su declaración del día 3, la joven, que renunció antes del juicio a ser acusación particular en la causa, aseguró que el que era su novio entonces sí la forzó, aunque no lo recordaba bien de primera mano, sino por las imágenes que le exhibieron luego.

Los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2017, cuando se organizó una fiesta en el interior de la casa “en la que por el programa suministró a los concursantes bebidas alcohólicas”. En esa misma vivienda se encontraba la también la concursante Carlota P. A., con quien el acusado había comenzado una relación sentimental unos días antes.

La joven, que durante el transcurso de la fiesta había ingerido “escasos” alimentos, bebió “al menos cuatro chupitos de tequila, por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche”.

Así, sobre las una y media de la madrugada del día siguiente y, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, José María López Pérez, “que ya se había desprendido de sus pantalones”, ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la “totalidad” de su vestimenta.

Acto seguido el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio “en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado”.

“Estado de semiconsciencia”

José María López Pérez, “guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo “no puedo’”.

A continuación el acusado apretó su cuerpo contra el de la joven “en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara”.

Al mismo tiempo José María López Pérez pidió “en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil”. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella “solo” acertó a responder que se quitara, “momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado”.

La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que José María López Pérez, tras cubrir a ambos con un edredón, “continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que esta se encontraba ya en estado de inconsciencia”.