La 2 de TVE programa desde hoy un nuevo espacio cultural. Encuentros recupera la tradición de las entrevistas en profundidad con destacadas personalidades de la vida cultural española quienes, en una conversación tranquila y sosegada, desvelan aspectos de su infancia, del ambiente familiar en el que crecieron, del nacimiento de su vocación, así como recuerdos vitales y profesionales que ayudan a entender no sólo su personal visión del mundo, sino también la sociedad de su tiempo.

Dirigido por Elena Sánchez y copresentado por Jesús Marchamalo, Encuentros es un formato actualizado, moderno y atractivo del tradicional espacio de entrevistas. Para esta primera temporada se han grabado doce conversaciones en plató, ilustradas con fotografías e imágenes de archivo y grabaciones en exteriores, con una realización cuidada y de calidad. Entre los primeros invitados, Antonio López, Rosa Montero, Santiago Muñoz Machado, María Blasco, Antonio Muñoz Molina, Luis Landero o Mª Ángeles Durán.

Todas las entrevistas se pondrán a disposición de los espectadores en RTVE Play. Así, la idea es que Encuentros se convierta en un fondo documental audiovisual de pensadores y creadores contemporáneos en español, que guarde y atesore la memoria literaria, artística, intelectual de una generación a través de la mirada de personajes relevantes de nuestra cultura. Una apuesta por la literatura, el pensamiento y el arte, y por los contenidos culturales, divulgativos y de calidad, y de servicio público.

ANTONIO LÓPEZ

Encuentros comienza con el pintor realista vivo más importante de nuestro tiempo. A sus 86 años conserva la mirada de niño con la que nos ha enseñado a apreciar la belleza de lo cotidiano. El programa repasa su vida, el inicio de su vocación, su proceso creativo y su obra.

Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) ingresó de adolescente en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Allí conoció a los pintores y escultores que en adelante fueron sus amigos y que configuraron junto a él la llamada Escuela madrileña. En ese grupo estaba quien sería su mujer, la pintora María Moreno, compañera de vida y cómplice artística. Su obra transita entre el dibujo, la pintura y la escultura en una representación objetiva de la realidad..