Los fines de semana son un pequeño paréntesis en la vida diaria que permiten actividades de ocio en familia o con amigos que nos lleven a lugares secretos no muy lejanos.

Con un buena organización y dejando la pereza para otro momento, dedicar una jornada a conocer paisajes desconocidos o redescubrir monumentos naturales que dábamos por sabidos pueden llenarno de energía para afrontar toda la semana.

1. Camino de la Angostura

La ruta por la ribera del río Angostura, también llamado Lozoya, se encuentra el el municipio madrileño de Rascafría, en la Sierra de Guadarrama. Se trata de un recorrido circular de 17 km apto para senderistas, que lo harán en unas cuatro horas y que atraviesa el Parque Natural de Peñalara. Su dificultad es baja pero lo endurece su longitud.

Aunque el agua de arroyos y riachuelos es la gran protagonistas con sus rápidios y cascadas, los bosques que atraviesa son mágicos y llenos de vida. Su verdor y su umbría alivian en los días de calor. En la ruta cruzarás los arroyos de Guarramillas, Cerradillas y la Laguna Grande de Peñalara.

2. Ruta El Parrizal

Situada en Teruel, esta ruta empieza y termina en el pueblo de Beceite en un circuito circular de cuatro horas por un paisaje espectacular por el río Matarraña. El primer tramo será hasta Pla de la Mina, y posteriormente se vuelve a Beceite. Es de las excursiones que no se olvidan, especialmente los niños, aunque habrá mayores que tampoco pueda cerrar la boca.

Las profundas gargantas que se pueden recorres gracias alas pasarelas de madera instadas permiten disfrutar de un agua cristalina y fresca. A pesar de lo que pueda parecer, o es una senda de gran dificultad aunque hay paso un tanto complicados pero sin riesgo. Es apta para ir con niños.

Además, se pueden ver unas pinturas rupestres a las que se le calculan alrededor de 4.000 años. Están en Fenellas.

3. Ruta de los Lagos de Saliencia

Reserva de la Biosfera desde el año 2000, el entorno de los Lagos de Saliencia es una de las mecas del paisaje asturiano. El que haya que caminar un buen trecho para descubrirlos, una veintena de kilómetros tiene el recorrido, los mantiene alejados del turismo de masas de momento. Son los amantes del senderismo los que se llevan en la retina una imagen irrepetible. Visitar esta zona tiene cierta dificultad y hay que ir bien equipado para poder hacer frente alas eventualiddes climáticas de la zona. No hay que descuidarse, es casi alta montaña.

Rodeado de lagos y montañas, se cruza por el lago Negro, el de Cerveriz, el de La Mina, La Cueva y el Lago del Valle, de origen glaciar. Otro de los puntos destacados de esta ruta es la mina de hierro de Saliencia. Cerrado en 1978, este yacimiento es el que da a esta zona el color rojizo característico de este paisaje, aportando un toque mágico a este gran paraje.

4. Ruta Monasterio de Piedra, Aragón

Esta ruta es un clásico de las visitas senderistas en familia. En Nuévalos, a pocos kilómetros de Calatayud se encuentra una de las rutas cortas de senderismo más apasionantes. Pensada también para los niños, es un camino en plena naturaleza. Son 7 kilómetros de cascadas, bosques y rincones mágicos.

El parque natural es un remanso de paz, un lugar ideal para relajarse, dejándose llevar por el rumor del agua que desciende por las diferentes cascadas. La llamada Cola de Caballo es la más famosa. En su interior existe una gran cueva natural con formaciones de estalactitas. En contraste con las cascadas podrás admirar las tranquilas aguas del Lago del Espejo. Otros puntos de interés son la s cascadas Trinidad y La Caprichosa o la gruta Iris.