Lo explican en las autoescuelas e insisten una y otra vez en ello. Solo hay una manera correcta de coger el volante y de hacer con él las maniobras para dirigir el vehículo. Hay que acostumbrarse a ella desde el principio, habituarnos y conseguir grabárnosla a fuego.

Y hay que hacerlo por dos razones, la primera es básica y fundamental: por seguridad, ya que no debemos soltar nunca el volante y manejarlo con suave firmeza. La segunda es porque de no hacerlo así nos pueden castigar con 200 euros de multa y la retirada de seis puntos del carne de conducir.

Si la autoconfianza y los años nos hacen relajar la seguridad, vigilemos el daño que puede sufrir nuestra cartera.

El modo establecido por Tráfico para es sujetar el volante es poner la manos en la posición de a las 10.10 Es decir, imaginar que el volante es la esfera de un reloj analógico, de los de agujas, y colocar la mano izquierda donde está el número 10 y la mano derecha donde está el número 2. Los brazos deben quedar flexionados durante el agarre. También se acepta a las 9.15 como correcta.

Sujetándolo de esta manera, es más fácil hacer una maniobra repentina y urgente sin que las manos se estorben ya que no se cruzan. Las manos se deslizan por el volante sin soltarlo.

Las siguientes diez maneras de coger el volantes están prohibidas y algunas hasta tienen nombre propìos

1. El jilguero

Es el conductor que apoya las dos manos casi juntas en la parte más alta del volante. Inevitablemente, la postura del cuerpo se inclina hacia delante, apartándolo del asiento, con las malas consecuencias que puede tener en caso de colisión trasera. Además, dificulta en parte la visibilidad de la ruta y no permite hacer un giro amplio de forma rápida.

2. El canario

Es sujetar con las dos manos la parte inferior del volante. Esta postura se identifica muchas veces con un chofer cansado o demasiado relajado porque está manteniendo una rutina continua en una carretera con pocas curvas y velocidades más o menos constantes. El problema es que de repente haya que hacer un giro brusco y que las manos no estén en la posición indicada para realizar una vuelta completa del volante.

3. El galán

Es el conductor que circula con una mano en el volante y la otra en la palanca de cambios. Es uno de los vicios más extendidos según la DGT e imita la conducción deportiva, en la que los cambios de marchas son persistentes, algo en la conducción diaria no es necesario. Además, poner la mano sobre el cambio de marchas favorece el desgaste de algunos elementos del mecanismo.

4. El hábito del taxista

Un clásico, circular con una mano, el brazo o el codo fuera de la ventanilla y con la otra sujetar el volante. Aunque ya a estos profesionales no se les ve enesta potura, a quedado en el imaginario colectivo de cuando no se ponían multas por no tener ambas manos sobre el volante. Esta postura resta maniobrabilidad.

5. El DJ

El conductor maneja el volante girándolo solo con la palma de la mano, como un pinchadiscos. Elpeligros e encuentra en que no hay una sujeción firme. Si se resbalara el volante, no sería nada fácil controlarlo y el accidente es casi seguro. Es muy utilizada a la hora de aparcar gracias a la dirección asistida, pero hay que desconfiar porque puee fallar.

6. El indeciso

Conducir con una mano en la parte inferior del volante y la otra en la parte superior. Esta postura, además de resultar poco ágil a la hora de girar de improviso, también produce una sensación de excesiva relajación por lo que es poco aconsejable.

7. El mago

Consiste en soltar el volante por unos segundos y que el coche siga recto como por arte de magia. Incluso a baja velocidad resulta peligroso. De hecho, los expertos aconsejan no soltar del todo el volante ni siquiera en la recuperación de un giro, ya que tampoco es conveniente que se mueva libremente entre nuestros dedos. En este caso se puede recuperar el volante en varios tramos, pero siempre manteniéndolo sujeto.

8. El piloto de rally

Cuando el conductor agarra el volante con fuerza y se inclina en cada curva pensando que hace contrapeso para estabilizar el vehículo, algo que no es real. Lo único que se consigue es restar transparencia vial. Asimismo, se sujeta con demasiada tensión el volante cuando debería hacerse con más suavidad para mejorar la maniobrabilidad.

9. El motorista

El condutor sujeta el volante con las dos manos, pero lo hace por los radios, como si fuera el manillar de una moto. Es prácticamente incompatible con cualquier giro amplio, ya que provoca una situación de cruce de manos. Además, en caso de accidente, los brazos podrían quedarse trabadas entre los radios y en caso de que saltara el airbag, serían proyectadas directamente contra nuestra cara.

10. El camionero

Consiste en sujetar la parte interior del volante con una mano para hacer impulso al girar, como si hiciera falta mucho esfuerzo para mover las ruedas. Se trata de una acción ordinaria de los conductores que han manejado alguna vez vehículos pesados sin dirección asistida. Pero está claro que actualmente, gracias a las innovaciones tecnológicas de los coches, es algo innecesario.