Que es mucho más guapo que la media bien lo sufrió Jennifer Garner. Que como director, productor y creativo cinematográfico no tiene rival, está más que claro. Pero que le entona más la fiesta y el agua con misterio que quedarse en casa jugando al parchís, pues también. ¿Qué secreto esconde el famoso actor de Hollywood para que todas (y todos) nos enamoremos de él? La última en mirarle con ojitos: Ana de Armas. ¡Bombazo!

La vida sigue y el amor intenso no entiende de pandemias ni de coronavirus. Al menos en Los Ángeles, donde acaba de filtrarse a la prensa internacional uno de los amoríos más jugosos del momento. El que protagonizan la actriz española de origen cubano Ana de Armas y, atención... Ben Affleck. ¡Toma mandarina! Ambos, que acaban de finalizar el rodaje del thriller erótico Deep Water, han extrapolado los roces y cariños ficticios a la realidad más mundana y han paseado por la calles de La Habana. Allí fueron a conocer la tierra de origen de la nueva sensación de Hollywood. Y se dieron bien de abrazos y besos.

Porque está claro que Ana de Armas es la actriz del momento: nominada a los Globos de Oro, tiene pendiente de estreno la última de 007 y un biopic sobre Marilyn Monroe. Y pese a que todos la relacionaban con Bradley Cooper, por la complicidad que mostraron en una gala, lo cierto es que la actriz hispanocubana bebe los vientos por el protagonista de Pearl Harbor. Una chispa rosa, según cuentas las malas lenguas, saltó entre los dos durante el rodaje del nuevo filme dirigido por el realizador de Nueve semanas y media. ¡Será sensual y picantón!

El caso es que, tras el rodaje, la pareja marchó a Cuba, donde Ana quiso enseñar a Ben su tierra, cual Gloria Estefan venida a arriba. Y eso que la mítica actriz de la serie El internado ha aterrizado en la vida de Affleck en un momento más que trascendente para el californiano. Lucha desde hace años contra la fiesta y el alcoholismo: “No quiero obsesionarme con las recaídas en el alcohol y flagelarme por ello”, confesaba recientemente a una publicación. Pero llegados a este punto, la cuestión es si Ana soportará lo que no pudo aguantar Jennifer Garner, su ex mujer, durante años. Su entorno asegura que aprueba la nueva relación. Pero no es menos cierto que debido a sus problemas de adicción y recaídas el matrimonio se separó en 2017. Sin opción, además, de reconciliación. Por eso, no es de extrañar que Ben haya admitido que su divorcio fue “la peor decisión” de su vida. Ahora, años después, parece que comienza a ver la luz.