Donostia Festak había recomendado no interpretar Caballería de Gallos en la Izada de la plaza de la Constitución, donde había riesgo de avalanchas con los bailes. Sin sonar en la Izada, la característica marcha que compuso Raimundo Sarriegi se ha podido escuchar con normalidad y alegría en otros muchos puntos, como en El Antiguo, a cargo del Real Club Tenis de San Sebastián.
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