La montaña palentina acoge uno de los manantiales más enigmáticos y curiosos de la geografía española. Enclavadas en el término municipal de Velilla del Río Carrión, de unos 1.200 habitantes, junto al río del mismo nombre, merece la pena una visita tanto al lugar de esas tres fuentes con una historia peculiar como a su entorno montañoso de gran valor paisajístico y natural.

En el municipio, a un centenar de kilómetros al norte de Palencia y a unos 170 al sur de Santander, esta maravilla natural es conocida en la localidad como Fuentes de La Reana, aunque su nombre más extendido es el de Fuentes Tamáricas, tres manantiales cercanos entre sí que ya en su época los romanos destacaban -y hay testimonios documentales que lo prueban- su peculiar característica de llenarse y vaciarse sin explicación aparente, siendo estas misteriosas intermitencias consideradas como un augurio en aquella época.

Las Fuentes Tamáricas han dado origen a varias leyendas que combinan la realidad y la ficción. Unos dicen que predicen, el futuro, otros que son presagio de muerte si las visitas y están vacías. Mitos de antaño que mantienen su misterio y las hace ser un objetivo del viajero que se acerque a esa región.

La fontana lleva más de dos milenios ofreciendo "agua intermitente" a los habitantes y visitantes de la localidad. Un estanque en forma rectangular en el que se asientan tres arcos que le dan una imagen especial, dos de ellos reconstruidos recientemente. Es considerada una de las tres fuentes que los cántabros veneraban cuando este paraje formaba parte de tan importante territorio, la región Tamárica. Sus aguas brotan a su antojo, de la misma manera que desaparecen, siempre antes acompañadas de un bronco rugir.

Las fuentes, junto a la ermita San Juan de Fuentes Divinas.

En la cabecera de la fuente se encuentra un altar romano, otro en la ermita, de forma troncopiramidal, conserva molduras en su parte superior y en uno de sus costados. Es posible que se dedicara al numen o ninfa de la fuente, aunque de su inscripción solo se conserva una "S". A su amparo encontrarás la ermita de San Juan de Fuentes Divinas. Conserva un cimacio con escocia en el arco sillar de entrada al interior y en el arco toral una pequeña imposta decorada con palmetas. A buen seguro que ésta recorrería tanto el presbiterio como el resto del templo. Su interior alberga una talla policromada de San Juan del siglo XVI.

Las Fuentes Tamáricas, vacías.

Las Fuentes Tamáricas, vacías.

La Reana, como también es conocida en la localidad, es citada por el naturalista y militar romano Plinio el Viejo en su obra Historia Natural del siglo I con la siguiente cita: "Las Fuentes Tamáricas en Cantabria sirven de augurio. Son tres, a la distancia de ocho pies. Se juntan en un solo lecho, llevando cada una gran caudal. Suelen estar en seco durante doce días y, a veces, hasta veinte, sin dejar ninguna señal de agua, mientras que otra fuente contigua sigue manando sin interrupción y en abundancia. Es de mal agüero intentar verlas cuando no corren, como le sucedió poco ha al legado Larcio Licinio, quien, después de su pretura, fue a verlas cuando no corrían, y murió a los siete días."​

Si te acercas a la localidad no dejes de visitar el puente romano de Velilla ​y la ermita de la Virgen de Areños, patrona de la localidad, y los impresionantes pinares de la zona. La gastronomía de la zona, con excelente carnes y verduras, tampoco te defraudará.