La crisis de Gobierno en Italia se empantana con una gresca política
Draghi está determinado a renunciar al Gobierno tras la pugna con Conte
La crisis de Gobierno desatada en Italia tras la dimisión del primer ministro, Mario Draghi, congelada por ahora, se agudizó ayer con la gresca entre los partidos de su coalición y los reproches a su desencadenante, el Movimiento 5 Estrellas (M5S). La política italiana se divide entre pedir al primer ministro que continúe al frente del país, cambiar la mayoría que lo sostiene excluyendo a Cinco Estrellas o, directamente, dar por agotada la legislatura y adelantar elecciones. Y todo puede ocurrir.
Italia, en medio de un tórrido letargo estival, se ha zambullido en una crisis política desde que el jueves el M5S no votara una moción de confianza al mismo Gobierno de unidad nacional del que forma parte junto al resto del hemiciclo, excepto los ultras de Giorgia Meloni.
¿Las razones? Su desacuerdo con un “insuficiente” decreto de ayudas contra la inflación, con la dotación de un incinerador de basuras para Roma y una ristra de pullas en los últimos tiempos, como su reticencia a seguir armando a la resistencia ucraniana.
Esto unido a las notorias desavenencias entre Draghi y el líder de la formación, Giuseppe Conte, que incluso llegó a acusarle de querer desbancarle de la dirección del partido. El que fuera presidente del Banco Central Europeo aceptó gobernar Italia en febrero de 2021 a cambio de hacerlo con una coalición de unidad para agotar la legislatura en marzo de 2023, pero al perder al M5S, uno de sus principales socios, dio por finalizada su misión.
De este modo, acudió ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, y presentó su dimisión, pero el presidente, experto constitucionalista y árbitro de la convulsa política patria, la rechazó. Draghi deberá referir su decisión ante el Parlamento, seguramente el miércoles, por una cuestión de transparencia, y será entonces cuando desvele sus intenciones, aunque desde su entorno sostienen que está determinado a renunciar al Gobierno.
Una gresca política
En este escenario, los partidos se enzarzaron ayer en un cruce de reproches, acusaciones y una encrucijada: si seguir o no con el Gobierno y si hacerlo con el M5S (ya que incluso sin ellos Draghi mantendría la mayoría del arco parlamentario). Y es que el partido por el momento no ha anunciado oficialmente una salida de la coalición ni una retirada de sus tres ministros, al frente de Agricultura, Políticas Juveniles y Relaciones con el Parlamento.
Pero una parte importante de la coalición, en concreto la derecha, ya no se fía de ellos y el ultraderechista Matteo Salvini y el conservador Silvio Berlusconi les tildaron de “irresponsables” por dinamitar el Gobierno en un momento de crisis.
Mientras el líder de la centrista Italia Viva, Matteo Renzi, lanzaba una petición para que Draghi retire su dimisión y prosiga en el cargo sin el Movimiento 5 Estrellas.
Incógnitas
La crisis de Gobierno todavía está repleta de incógnitas y ni siquiera se sabe si el miércoles el Parlamento tendrá la opción de expresar, o no, su respaldo a Draghi con un voto. Mattarella, según ha trascendido, rechazó su dimisión primero por la mencionada transparencia, pero también porque el primer ministro volará el lunes a Argelia para reforzar la alianza energética, ahora que ha sustituido a Rusia como principal proveedor de gas.
Viaje
Una visita del todo estratégica para Italia que, sin embargo, se redujo a la jornada del lunes para que el primer ministro tenga el martes para preparar su discurso en el Parlamento.
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