Hace varias semanas, hemos observado cómo el actor Tom Cruise apareció en las pantallas del mundo descolgándose con un cable desde lo alto de las gradas del Stade de France, recogió la bandera de los Juegos Olímpicos y se la llevó en moto fuera del estadio, recorrió París a bordo de su moto, con la bandera en la mano y la Torre Eiffel de fondo. Se subió a un avión militar que lo esperaba con la compuerta abierta para volver a elevarse majestuosamente y se lanzó en paracaídas desde el avión para caer en Los Ángeles, que acogerá los Juegos de 2028. Con esta escena, el presidente del COI, la alcaldesa de París, la alcaldesa de Los Ángeles y la gimnasta Simone Biles han sido meros figurantes ante más de 70.000 personas asistentes presenciales y más de 30 millones en las pantallas de todo el mundo.

Pero el acto es el fruto de un proyecto diseñado años antes: “La iglesia de la Cienciología y centro de celebridades de París domina una de las autopistas más transitadas del país, por donde pasan 250.000 conductores cada día, y está a un paso del Stade de France, sede de clausura de los Juegos Olímpicos de París”, dice su propia web. El edificio costó 30 millones de euros, tiene más de 8.000 metros cuadrados, y cuenta con amplias instalaciones. Se ha inaugurado antes de los Juegos Olímpicos. ¡Qué casualidad!

Según el excienciólogo Bruce Hines, hace 75 millones de años un emperador galáctico llamado Xenu envió millones de almas congeladas en naves espaciales desde su reino a las bases de los volcanes de la Tierra; los volcanes fueron bombardeados con hidrógeno, y hoy los seres espirituales dispersos y reencarnados, o thetanes, toman cuerpos humanos como “contenedores” para habitar, y aunque la organización niega estas afirmaciones en sus redes sociales, también tiene derecho a creerlo. Es parte de la libertad de creencias, aunque es raro que alguien transmita esta información, que ha conocido desde dentro, y la organización la ponga en cuestión.

Pero el quid del asunto se encuentra en que, tal y como afirma Luis Santamaría del Río, de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas: “Esta secta se extendió porque tiene una organización interna muy jerárquica que acaba controlando a sus clientes, que en gran parte se convierten en adeptos y tienen métodos de persuasión coercitiva muy eficaces, porque generan dependencia en las personas que realizan sus cursos… Funcionan como una estafa piramidal que hace que las personas que entren no solo dedican su vida a la organización, sino que también tienen incentivos a la hora de atraer a nuevos estudiantes a esos cursos”, añade. “Separarte de tu familia y amigos es uno de los elementos básicos de captación y manipulación. Así consiguen que el adepto cada vez dedique más tiempo a los cursos y, por lo tanto, también más dinero”. Y, en declaraciones a El Confidencial, indica: “Es muy significativo que hayan elegido un emplazamiento como éste en París y se haya inaugurado con la suficiente antelación para estar abierto en los Juegos Olímpicos. Es habitual que lo hagan también en otras partes del mundo, donde eligen iglesias ideales y centros de celebridades para proyectarse y atraer famosos… En Madrid también hay otra de sus iglesias en el barrio de las Letras, cerca del Congreso de los Diputados, otra cerca de las instituciones europeas en Bruselas y otra en Hollywood, donde colocaron anuncios millonarios durante la Superbowl”.

Bueno, el caso es que Tom Cruise ha protagonizado el final de los Juegos Olímpicos de París. “Su mera presencia es una afrenta a las víctimas”, afirmó Catherine Katz, ex juez y actual líder de UNADFI, una organización dedicada a apoyar a las víctimas de las sectas. Y Miviludes, que es una agencia del Gobierno francés encargada de observar y analizar el fenómeno de las derivas sectarias, había recibido informes sobre la distribución de folletos “No a las drogas” vinculados a la Cienciología en todo París. La agencia advirtió contra los “riesgos de desestabilización psicológica, expectativas financieras exorbitantes” y la separación de las personas de sus familiares y amigos asociados con la Cienciología, que fue prohibida en los años 1970 en Inglaterra y Alemania, y en 2013 había recibido condenas judiciales en Francia.

A estas alturas de la película, no sabemos bien si el actor es el socio más influyente de David Miscavige, que se convirtió en líder de la organización en 1987, un año después de la muerte de Hubbard, el fundador; o si es un dios del dinero, con una aportación de millones de dólares; el mejor publicista de la organización…; o se trata de una víctima, a pesar de sus vuelos acrobáticos desde las estrellas en una Misión tan Posible como Imposible.

Aunque la organización lo niega, hay testimonios que sugieren la intervención de la Cienciología en el diseño de la vida personal de Tom Cruise, y aunque también la organización lo niega, otras versiones de excienciólogos afirman se han utilizado auditaciones grabadas para encontrarle pareja. La auditación está dirigida por un auditor que plantea cientos de preguntas a un sujeto que paga y que sostiene dos botes de metal conectados a un electropsicómetro, o E-Meter, que mide las reacciones del cuerpo a las preguntas como lo hace un detector de mentiras. Se obtiene de los sujetos gran información personal para poder “limpiarlos” y subir por el Puente hacia la Libertad Total, según se dice, en un proceso que puede costar cientos de miles de dólares. Según un documental de la BBC de 2010, la organización admite que graba en vídeo las auditaciones y que esto no es un secreto, pero niegan que las sesiones de auditación de Cruise hubieran sido alguna vez grabadas en vídeo.

El excienciólogo John Brousseau ha sido cuñado de David Miscavige, y también su guardaespaldas. Él afirma haber participado, con Miscavige, para facilitar a Cruise una vida de lujo, pero también para controlar la vida de Tom. Y no es ocioso observar que las mujeres que han pasado por la vida de Tom Cruise (Nazanin Boniadi, Mimi Rogers, Nicole Kidman, Penélope Cruz, Katie Holmes...) han estado relacionadas con la aceptación o el rechazo de la Cienciología, algunas como personas supresoras o diletantes. Fue muy especial el caso de Boniadi, con chantajes y acuerdos de confidencialidad, pues la habían elegido para mantener feliz a Cruise. Cuando rompió con él la denigraron y castigaron. Katie Holmes decidió poner fin al matrimonio con Tom cuando debía abandonar durante seis meses a Suri, la hija común con Tom. En el proceso de divorcio, Cruise admitió que la Iglesia había jugado un papel clave en el distanciamiento de su exesposa, y no tiene relación con Suri a causa de su no pertenencia a la Cienciología. Tom sí mantiene una relación con sus hijos mayores, Isabella y Connor Cruise, adoptados durante su matrimonio con Nicole Kidman, porque ambos son seguidores de la Cienciología.

Según Brisker, ex alto cargo en la organización, Miscavige la controla totalmente, y dice que trata a Tom Cruise como su mejor amigo y confidente, su número dos; pero porque es consciente de que cientos de millones de dólares dependen del atractivo de taquilla de Cruise, que también es un gran patrocinador: al parecer, ha donado al menos 25 millones de dólares a la Cienciología. Y afirma que “Tom Cruise es la víctima número uno de Scientology”, “Sé que la gente no estará de acuerdo conmigo sobre esto, pero es como si viviera en una realidad distorsionada”. También la actriz, exciencióloga, Leah Reimi dice que en el interior de la Cienciología se considera que Tom Cruise salva al mundo “solo” y es considerado por otros cienciólogos como una “deidad” y que es el Mesías de la Cienciología.

Hay quien dice que en este momento el compromiso de Tom Cruise con la Cienciología es menos intenso y que depende de ella menos que nunca, que está planteándose hacer una vida fuera de la Cienciología. De hecho, parece que uno de los aspectos clave tiene que ver con el fracaso de la organización de emparejar a Cruise con una persona miembro de Cienciología de toda la vida, a lo que parece negarse el actor, que tiene a bien presentarse con diferentes mujeres con las que se desmiente la relación al cabo del tiempo, y tales flirteos no están dentro del control de calidad de la organización, lo que puede significar una bajada en la cotización de la denominada Iglesia, aunque en este terreno solo hablamos de rumores y de meras hipótesis. Sea lo que sea, el dios dinero sigue estando en el altar de la Cienciología, y Cruise sigue siendo su gran sacerdote, aunque, en este caso, ni siquiera sabemos si es una víctima, ni cuántas víctimas se encuentran atrapadas en esta intensa tela de araña.

Poeta y escritor