y quiero recordarlo porque este pasado sábado Bildu ha acatado la sentencia judicial que le obligaba a colocar la enseña rojigualda en un lugar preferente en la fachada del Palacio Foral de la Diputación de Gipuzkoa. Y no solamente eso, sino que antes de que finalice esta misma semana la bandera española ondeará también en los consistorios de Pasaia y Errenteria, que se suman a los de Lezo y Oiartzun que la colocaron anteriormente. Estos cuatro municipios de Oarsoaldea tienen alcalde de Bildu.

Por eso he querido rememorar aquel verano de 1983. El PSOE había logrado desbancar hacía solo unos meses a Herri Batasuna de la alcaldía de la capital de Oarsoaldea y cuando los habitantes de la villa se preparaban para vivir sus fiestas patronales, la decisión de los concejales socialistas de izar la bandera española hizo que cientos de simpatizantes de la izquierda abertzale provocaran tales disturbios, que fue necesario suspender las fiestas aquel año. Y ahora, en pleno 2014, quienes provocaban los enfrentamientos son quienes izan la bandera española en los municipios que ellos gobiernan.

Una vez más, EAJ-PNV tenía razón frente a la actitud mostrada históricamente por la izquierda abertzale con este tema. ¡Cuántos cargos de EAJ-PNV han tenido que soportar insultos, ataques físicos, amenazas, campañas de desprestigio y demás por hacer lo mismo que hace ahora la izquierda abertzale! Bildu y la izquierda abertzale una vez más llegan años tarde a una posición en la que EAJ-PNV ya estaba porque llegó a tiempo. ¿Y ahora qué?

Es por eso que hoy quiero agradecer a todas las personas que siendo representantes de EAJ-PNV han tenido que soportar los ataques de la izquierda abertzale solamente por el hecho de defender la ikurriña. Históricamente no ha sido fácil ser miembro de EAJ-PNV en Oarsoaldea, y menos lo ha sido en Pasaia, feudo histórico de la izquierda abertzale. Nuestros concejales han tenido que soportar plenos municipales de verdadera tensión, insultos y en el caso pasaitarra incluso campañas de difamación, pasquines amenazantes y ataques físicos tanto contra simpatizantes de EAJ-PNV como contra nuestros batzokis.

Tengo muchísimas más razones por las que criticar la actitud mostrada por la izquierda abertzale en torno a este tema, pero ante todas las dificultades me parece más constructivo sumar en positivo e incidir en lo que nos une, que no es otra cosa que la defensa de la ikurriña y nuestra reivindicación como pueblo con su propia identidad histórica que tiene derecho a elegir su futuro.

Esa es la razón por la que en el pasado pleno municipal aparecí por primera vez sin camisa, ya que me puse una camiseta con una ikurriña grabada en el torso. Pasaia es uno de los tantos municipios de Euskadi en los que el delegado del Gobierno español, el señor Urquijo ha comenzado su particular caza de brujas contra los diferentes alcaldes vascos, sean de Bildu o de EAJ-PNV. Pretende obligar a los alcaldes elegidos democráticamente el realizar un acto que va en contra de la ideología de los mismos y de la mayoría social de los municipios que estos alcaldes gobiernan. Es decir, pretende conseguir mediante la imposición desde Madrid lo que no consigue en Euskadi en las urnas de manera libre y democrática.

Pasaia ha sido, es y será siempre un pueblo abertzale. El señor Urquijo podrá mandar colocar todas las banderas españolas que quiera, que eso jamás hará cambiar el sentimiento de pertenencia a la nación vasca que tienen los pasaitarras. Se nos acusa de "perder el tiempo" en guerras de banderas, cuando precisamente no fuimos los partidos abertzales quienes comenzamos con este debate.

Una bandera puede simbolizar poco o nada para algunas personas, pero para la gran mayoría supone algo más que un trozo de tela. Supone el sentimiento de pertenencia a la nación en la que crees y a la que defiendes. En este tipo de ocasiones es cuando se deberían dejar las siglas a un lado y buscar los nexos de unión entre las diferentes sensibilidades abertzales que conformamos este país, puesto que a pesar de tener una idea totalmente opuesta al modelo de país que queremos, a EAJ-PNV y a la izquierda abertzale nos une la defensa de una misma nación, al igual que España une a PP y PSOE, como se pudo ver hace unos días semana en el Congreso.