El frío ha llegado para quedarse y miles de guipuzcoanos ya han sacado sus abrigos, pijamas y edredones más cálidos.

Durante los próximos meses las temperaturas invernales y las lluvias serán las protagonistas, por lo que es conveniente tomar precauciones para no coger frío ni ponernos enfermos.

Uno de los lugares donde más debemos controlar la temperatura es en nuestra casa, ya que pasamos muchas horas ahí, y es importante lograr un ambiente cálido de confort que nos permita estar a gusto.

El método más habitual para no pasar frío en casa es poner la calefacción. Pero en muchas ocasiones supone un gran gasto energético, y si la vivienda tiene un buen aislamiento térmico, se pueden aplicar otros métodos para no usar la calefacción o para usarla menos.

La alternativa ideal

Una de las soluciones que trae Ikea para no pasar frío en casa es utilizar la manta GRÖNKNAVEL, un accesorio que promete hacerte sentir cómodo y calentito durante todo el invierno.

Por un precio de tan solo 9,99 euros, esta manta suave de cuadros en poliéster 100% reciclado es muy agradable al tacto, ideal para usarla al aire libre o en las noches más frías.

Manta GRÖNKNAVEL de Ikea Ikea

Confort y ahorro energético

Durante los meses más fríos del año, mantener una temperatura corporal adecuada no solo es una cuestión de comodidad, sino también de salud.

Tener una buena manta en casa se convierte en una herramienta esencial para combatir el frío, ahorrar energía y cuidar del bienestar físico. Este elemento sencillo puede marcar una gran diferencia en el confort diario y en la prevención de enfermedades relacionadas con las bajas temperaturas.

Una manta de calidad es una solución práctica y económica para mantenernos calientes sin necesidad de aumentar excesivamente la calefacción en el hogar.

En lugar de depender exclusivamente de sistemas de climatización, que pueden disparar los costes energéticos y contribuir a la huella de carbono, una buena manta permite conservar el calor corporal de forma eficiente y sostenible.

Colocarla sobre el sofá, en la cama o incluso utilizarla mientras trabajamos o leemos en casa crea una sensación inmediata de calidez y bienestar. Además, usar mantas como parte de la decoración aporta estilo y personalidad al hogar, haciéndolo más acogedor durante el invierno.

Una buena manta debe ser cálida y transpirable. También es importante elegir mantas que sean fáciles de lavar y resistentes al uso diario, garantizando así su durabilidad.

Salud y prevención de enfermedades

El frío puede ser un desencadenante de diversos problemas de salud, como resfriados, gripes o dolores musculares. Cuando la temperatura corporal desciende demasiado, el sistema inmunológico puede debilitarse, dejando al cuerpo más vulnerable ante virus y bacterias.

Una buena manta ayuda a mantener el calor necesario para evitar enfriamientos, especialmente durante la noche, cuando es más común que la temperatura del cuerpo baje mientras dormimos.

Para personas mayores, niños pequeños o aquellas con problemas de circulación, contar con una manta cálida y ligera es aún más importante. Estas poblaciones son especialmente sensibles al frío y pueden beneficiarse enormemente de este recurso simple pero efectivo.

Invertir en una buena manta es más que una cuestión de confort; es una forma sencilla y práctica de cuidar nuestra salud y bienestar en los meses fríos.

Con una manta adecuada, podemos disfrutar de un hogar cálido, ahorrar en energía y prevenir problemas de salud, convirtiendo el invierno en una temporada mucho más agradable.