Hace dos años que Ana Olabarrieta creó Le Muguet. Nacida en Irun en 1969, decora bandejas, platos o menaje de vidrio con papel mediante la técnica decoupage (cortar, de forma creativa y original, varios materiales de papel o tela para luego pegarlos en superficies de todo tipo). A pesar de que no se dedica profesionalmente a esto, le encantaría, ya que muestra todo su trabajo en su Instagram @lemuguet_deco. Aparte, es profesora de francés y da clases en empresas. 

A Olabarrieta siempre le han atraído las manualidades y la pintura. Desde pequeña ha ido a clases de dibujo y, ya de más mayor, ha procurado siempre buscar un hueco para ir a clases de pintura o de manualidades. Fue en una de estas clases donde aprendió la técnica del decoupage y le fascinó. “Hace un par de años encontré unos papeles y decidí pegarlos en unos platos. A mi familia y amigos les gustaron. Empecé a ir a algún mercadillo, los platos gustaban... Y una cosa llevó a la otra”, explica la irundarra.

La técnica del ‘decoupage’

Explicado por Olabarrieta, hacer decoupage es relativamente sencillo porque consiste en pegar papel sobre una superficie. Lo difícil es estirar bien el papel, sobre todo porque el vidrio no es poroso. Por lo tanto y, según el tipo de papel que se utilice, la técnica cambia, por lo que “hay que probar y probar y no siempre sale a la primera”.

Momento anécdota

Ana Olabarrieta es profesora de francés. Hace un par de cursos tuvo una alumna que se iba a casar ese verano y le contaba sus preparativos. En verano le hicieron un pedido de dos platos con un estampado muy concreto que eran para llevar las arras en una boda. Era una sorpresa para los novios. En una de las conversaciones con la clienta, surgió la fecha y el lugar de la boda y, sorpresa, los platos eran para la boda de su alumna. “¡Me hizo muchísima ilusión! Después de verano mi alumna vino a verme y ella también se lllevó la sopresa al ver que eran los platos de su profesora”, explica la decoradora irundarra


Proceso de aprendizaje, dificultades y materiales

Respecto al tiempo que invierte en la decoración de sus piezas, Olabarrieta cuenta que se puede hacer una pieza en un día. Eso sí, respetando siempre los tiempos de secado de las colas y barnices. Normalmente hace varias piezas a la vez, por lo que tarda unas 48 horas. Además, por su trabajo tampoco le puede dedicar el tiempo que quisiera, por lo que a veces tarda más tiempo.

Cuando empezó en este proyecto, Olabarrieta pegaba los papeles y no le parecía que quedasen bien pegados, ya que veía muchas arrugas. Le costaba mucho conseguir un pegado sólido y resistente, por lo que tuvo que invertir tiempo y dinero en probar diferentes pegamentos y barnices. No obstante, como seguía sin estar del todo conforme, se fue a Madrid a hacer un curso y allí aprendió diferentes técnicas de pegado. “De lo que más orgullosa me siento es de haber podido perfeccionar la técnica, lo que repercute en el resultado final. He aprendido a diferenciar las calidades de los papeles y los materiales. ¡Ahora me atrevo con cualquier papel!”, sonríe la decoradora.

“De lo que más orgullosa me siento es de haber podido perfeccionar mi técnica”

En cuanto a los materiales, Olabarrieta explica que todo se puede conseguir por internet: pegamentos, barnices, papeles..., y gracias a internet puede conseguirlos, ya que en la zona en la que vive no venden los barnices o las colas que ella usa. “Y en cuanto a papeles, ni hablamos. Hay en el mercado unos papeles maravillosos impresos con unas tintas especiales, respetuosas con el medioambiente o con unos coloridos maravillosos que no se encuentran fácilmente en tiendas físicas”, destaca. No obstante, lo más difícil es encontrar un proveedor de cristal. Aunque, por suerte y después de mucho tiempo, ha conseguido dos proveedores en Madrid que le envían el producto hasta Irun. 

En un futuro, a Ana Olabarrieta le encantaría tener su propia tiendita con taller, pero como de momento no puede ser, le gustaría encontrar algún punto de venta en tiendas de decoración o concept store. Aunque para eso se necesita mucho stock, entrar en la rueda de pedidos, reposición... Además de que, a partir de enero del próximo año empezará a dar talleres. “El futuro a medio plazo se presenta divertido”, concluye.

Las redes sociales como escaparate y los mercados como método para crecer en ellas


Los trabajos de menaje ‘decoupage’ hechos a mano de Le Muguet se muestran en Instagram


En el caso de Ana Olabarrieta las redes sociales son un escaparate. De esta forma, la gente ve más cosas de su trabajo en la cuenta de Instagram de Le Muguet (@lemuguet_deco). Sin embargo, lo que más le ha ayudado a darse a conocer son los mercados, donde la gente la conoce y después la busca en redes. “Es curioso porque me conocen en los mercados, la gente ve mi trabajo y, tiempo después, me contactan por redes para hacerme algún encargo”, especifica.


No obstante y, muy a su pesar, es mucho menos activa en redes de lo que le gustaría, ya que le lleva mucho tiempo hacer un post, sacar la foto... Debido a su trabajo no tiene mucho tiempo. Aparte y, en cuanto a los seguidores, Olabarrieta considera que no son su fuerte, ya que cree que no es muy experta en redes. Cuando hace un market, los seguidores suben porque la han visto o se han llevado su tarjeta. “Hay que ser muy constante para crecer en Instagram, por ejemplo, y yo no lo soy. Es mi asignatura pendiente”, destaca.