La humedad es algo que nadie desea tener en su vivienda. Además de la sensación de frío que provoca, puede ser muy perjudicial para la salud.
Aunque en verano las temperaturas ascienden, el hecho de vivir en una zona costera hace que los niveles de humedad continúen siendo altos.
Además, las abundantes precipitaciones y las temperaturas más propias de la primavera de las últimas semanas están provocando que muchas viviendas sigan teniendo unos altos niveles de humedad.
Es evidente que uno de los trucos más eficaces contra la humedad es mantener la casa bien ventilada y abrir en los momentos más centrales del adía, así como contar con un deshumidificador de calidad.
Pese a ello, en muchas ocasiones, especialmente por las noches, las ventanas se empañan y aparecen gotitas que dejan manchas de cal.
El truco infalible
Para evitar que nuestras ventanas se empañen, existe un truco muy eficaz que blindará nuestra vivienda contra la entrada de la humedad.
Lo primer que se debe hacer es limpiar los cristales un detergente especial. Después, se deben verter en un litro de agua dos cucharadas de un jabón líquido como el de vajilla, y finalmente habrá que añadir una cucharada de glicerina líquida y remover.
Se puede usar esta mezcla siempre que se formen gotas en el cristal. Además de quedar seco, el cristal quedará también impoluto.
Riesgos para la salud
La presencia de humedad en casa no solo es una molestia estética, sino que también puede representar serios riesgos para la salud y la integridad estructural de la vivienda.
La humedad crea un ambiente propicio para el crecimiento de moho y hongos, los cuales pueden liberar esporas en el aire.
Estas esporas pueden causar problemas respiratorios, alergias y asma, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o en niños pequeños. Además, la exposición prolongada al moho puede llevar a infecciones más graves y a problemas de salud crónicos.
Además de los problemas que puede causar en la salud, tener humedad en casa implica los siguientes riesgos:
- Deterioro estructural: La humedad puede causar daños significativos en la estructura de la casa. Las paredes, techos y suelos pueden sufrir deformaciones y pérdida de integridad debido a la absorción de agua. La madera puede pudrirse, los metales pueden corroerse y los materiales de construcción pueden debilitarse. Esto no solo compromete la seguridad de la vivienda, sino que también puede resultar en costosas reparaciones.
- Malos olores y estética: La humedad y el moho generan malos olores que pueden impregnar la casa, creando un ambiente desagradable. Las manchas de humedad y moho en paredes y techos no solo son antiestéticas, sino que también indican la presencia de un problema que debe ser abordado de inmediato.
- Insectos y plagas: Los ambientes húmedos atraen a una variedad de insectos y plagas, como cucarachas, termitas y otros bichos que buscan lugares húmedos para vivir. Estos intrusos no solo son una molestia, sino que también pueden dañar aún más la estructura de la vivienda y representar riesgos adicionales para la salud.
Mantener la humedad bajo control en el hogar es esencial para asegurar un ambiente saludable y seguro.
La implementación de medidas preventivas, como la ventilación adecuada, el uso de deshumidificadores y la reparación de filtraciones, es crucial para evitar los riesgos asociados con la humedad. Así, se preserva la integridad estructural de la vivienda y se protege la salud de sus habitantes.