Quién no ha jugado alguna vez a los bolos. Una actividad de ocio de esas de toda la vida y para toda la familia. Sin embargo, no todo el mundo sabe que estamos hablando de un deporte profesional que aspira a ser un deporte olímpico en los juegos que se celebrarán en París en 2024. Un deporte que tiene un objetivo claro y sencillo, derribar el máximo número de bolos posibles con una bola pesada. Y más allá de un hobbie para las soporíferas y eternas tardes domingueras, es uno de los deportes más antiguos de la historia, que esconde además mucha historia detrás de él, además de que requiere de una técnica específica. Año 4.500 a.C., es allí donde nos encontramos con el primer origen de este deporte, en el Neolítico. Se han ido encontrando bolas de piedra y bolos de hueso en los yacimientos, lo que nos da alguna pista. 

Antiguo Egipto

Su origen también se remonta al Antiguo Egipto, época de la que también se han encontrado lo que pueden ser unos primitivos bolos. Y por si fuera poco, en la Antigua Grecia y en el Imperio Romano también se practicaba este deporte, de hecho, del griego viene su nombre. En concreto, de la palabra bolos, que significa pedazo de palo. Sin embargo, tenemos que avanzar hasta el siglo XIII, en 1299, para encontrarnos con el primer club de bolos. En Southampton, Inglaterra, fue donde nació y, de hecho, se popularizó mucho en el país anglosajón, tanto que el monarca de aquel entonces, Eduardo III, lo prohibió. Y es que este deporte tiene una relación curiosa con los reyes ingleses. 

Fue Enrique VIII quien mandó construir pistas para lanzamiento de los bolos en su palacio de Whitehall, placer que quería para él solo, ya que lo prohibió a sus súbditos. Si nos fijamos en España, este es un deporte que se comenzó a practicar, aunque no de forma profesional, en la Castilla del siglo XVI. En aquel entonces, el juego consistía en colocar derechos en el suelo nueve trozos de madera labrados en forma cónica formando tres hileras equidistantes, con el objetivo de derribar el máximo posible tirando con una bola desde una raya señalada. De hecho, si nos vamos a la literatura del Siglo de Oro, encontramos numerosas referencias de varios autores a este juego, como Francisco de Quevedo, por ejemplo. Tras una larga historia, fue en el Nueva York de finales del siglo XIX donde aparecieron las primeras reglas estandarizadas del bowling. A día de hoy, es un deporte formalizado y que tiene unas reglas concretas.

Las partidas

Las partidas consisten en 10 tiradas por jugador, en cada una de ellas el jugador tiene dos tiradas, a no ser que haga un pleno o strike, en ese caso no volverá a tirar. Los bolos, 10 en total, están colocados de manera que forman un triángulo equilátero y el objetivo es tirar el máximo número. En cuanto al sistema de puntuación, cada bolo derribado suma un punto, pero si el jugador derriba todos a la primera, añadirá 15 puntos a su casillero. En cambio, si los derriba todos en las dos tiradas correspondientes, sumará 13. Si, por ejemplo, derriba ocho en total, sumará ocho puntos. De este modo el jugador que más acumule al final de las 10 rondas, ganará. La última de las 10 tiradas se diferencia de las otras nueve, ya que, en el caso de derribar todos los bolos, se contará con una o dos tiradas extra. En el caso de los jugadores profesionales, lo habitual es terminar las partidas con más de 200 puntos.

Competición mundial

El bowling cuenta incluso con una competición a nivel mundial, en la que participan diferentes países de todo el globo terráqueo. El año pasado, se disputó la última edición de esta competición, que tuvo al australiano Sam Cooley como campeón individual masculino y a la estadounidense Shannon O`keefe como campeona individual femenina. A pesar de que mucha gente no lo imagine como un deporte profesional, el bowling lo practican más de 95 millones de personas en más de 90 países en todo el mundo. Sin embargo, es algo que la mayoría de la población practica como actividad de ocio o como hobbie, ya que es muy accesible. Se puede practicar en la mayoría de centros comerciales por un módico precio, ya que ellos disponen de todo el material necesario para su práctica. Un deporte que no requiere de un gran esfuerzo físico, sino de una técnica exquisita que ha navegado por las civilizaciones más antiguas de la historia, hasta llegar a nuestros días.