Desmantelan un laboratorio de cannabis que 'cocinaba' derivados para venderlo en 'raves'

La Guardia Civil ha desarticulado un centro de producción de droga y un sofisticado laboratorio de cannabis ubicado en una casa rural de Huétor Santillán (Granada), un espacio en el que se elaboraban desde porros envasados para su consumo individual a rosín, un concentrado que se vendía en 'raves'.

Según ha informado el instituto armado, la operación se ha saldado con tres detenidos y ha permitido desmantelar un centro clandestino de producción y transformación de cannabis que operaba bajo la apariencia de una vivienda rural.

La actuación ha permitido además intervenir una amplia variedad de derivados de cannabis listos para su venta en fiestas 'rave' y otras redes de distribución, tanto a nivel nacional como internacional.

Laboratorio ilegal

La operación comenzó cuando agentes del Seprona detectaron 25 plantas de marihuana en el jardín de una finca aislada y, aunque pidieron registrar la casa, el dueño les negó el acceso. Poco después, los agentes vieron al hombre cortar las plantas y meterlas en una casa de cuya chimenea empezó a salir humo blanco con fuerte olor a marihuana en un claro intento de destruir pruebas.

El Seprona solicitó el apoyo de otros agentes pero, ante la negativa de colaborar del dueño de la vivienda, cursaron un permiso judicial de registro del domicilio, que contaba con una conexión ilegal a la electricidad.

Durante el registro de la vivienda, la Guardia Civil localizó cogollos, marihuana picada, hachís, polen de hachís y comestibles con THC, el principio activo del cannabis, además de 162 porros listos para la venta, envasados individualmente en tubos plásticos de color rosado.

Entre los derivados incautados destaca el rosín, un concentrado de cannabis de alta potencia obtenido mediante presión y calor proporcionado por planchas térmicas y sin uso de disolventes, cada vez más común en los mercados ilícitos por su pureza y formato fácil de dosificar.

Los agentes también han localizado prensas térmicas, cámaras de vacío, microscopios, básculas, congeladores industriales y productos químicos como etanol, propilenglicol o glicerina vegetal utilizados para elaborar los productos intervenidos por los investigadores. Los agentes encontraron además una nave anexa con restos de plantas recientemente cortadas y toda la infraestructura típica del cultivo interior.

Detenidos

Los investigadores sospechan que los productos eran vendidos a través de intermediarios y directamente por los propios detenidos en eventos tipo 'rave'. Uno de los detenidos ya fue arrestado en 2017 por tener en otra vivienda de la provincia 193 plantas de marihuana, más de 1.100 esquejes y 11 gramos de hachís elaborados por él mismo.

Según la Guardia Civil, esta operación refleja un nivel de profesionalización y especialización aún mayor, con indicios claros de que el laboratorio abastecía a una red estructurada. Según las pesquisas, los implicados no solo cultivaban y procesaban su propio material sino que compraban cogollos a terceros para asegurar la producción, lo que refuerza la hipótesis de una actividad continuada y planificada con fines lucrativos.

De momento, los arrestados se enfrentan a cargos por cultivo y tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal al tratarse de una estructura con reparto de funciones, estabilidad y medios propios para la producción, transformación y comercialización de drogas.