La Audiencia de Barcelona ha condenado a una pareja a penas de cuatro y cinco años de cárcel por alquilar con documentación falsa una veintena de viviendas en el Eixample barcelonés para subarrendarlas como pisos turísticos ilegales y cobrar por habitación entre 2016 y 2020.
En una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, la sección sexta de la Audiencia de Barcelona ha condenado a la pareja a prisión -cinco años para el hombre y cuatro para la mujer- por un delito continuado de estafa agravada en concurso de otro delito continuado de falsedad en documento público.
Sobre la condena
El tribunal ha impuesto una condena más alta al hombre porque este ya había sido condenado por un delito de falsedad de documento público en mayo 2017 en Barcelona, por lo cual se le aplica un agravante de reincidencia.
El tribunal ha considerado probado que la pareja ejecutó un plan "consistente y sistemático" de contratos de arrendamiento de los pisos simulando que los usarían como vivienda habitual de la familia junto a sus hijos usando un documento de identidad lituano "totalmente ficticio".
Además de las penas de prisión, el tribunal ha condenado a la pareja a una multa de más de 6.000 euros, así como a indemnizar con casi 200.000 euros en materia de responsabilidad civil tanto a particulares como a empresas propietarias de los pisos que alquilaron.
Una de las víctimas de las estafas, representada en la acusación particular por la abogada del despacho AM2 Legal Marta Martín, ha conseguido una indemnización de 28.000 euros.
Modus operandi
El modus operandi de la pareja se basaba en ir alquilando pisos en el Eixample barcelonés alegando a los propietarios se querían mudar de Tarragona para escolarizar a sus hijos en Barcelona y también por motivos laborales, y mostraban documentos haciéndose pasar por ciudadanos de Lituania, es decir, de la Unión Europea.
Tal como explicaron varios testigos en el juicio oral, la pareja había añadido claves numéricas a los pomos y había construido una habitación más en varias viviendas usando parte del comedor para sacar más rédito del piso turístico ilegal.