Un padre separado se enfrenta a una petición de cuatro años de cárcel por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa que le acusa de agredir sexualmente de forma continuada a su hija, menor de edad, durante los fines de semanas y períodos vacacionales que estaba con él, en virtud del régimen de visitas establecido en la separación

Según recoge el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos, que serán juzgados este mes en la Audiencia de Gipuzkoa, sucedieron a lo largo de los años 2017 y 2018 en el domicilio de Donostia en el que residía el procesado.

"Doblegar su voluntad"

El texto de la Fiscalía concreta que el varón actuó, "guiado por un ánimo libidinoso y valiéndose de su condición de padre de la menor, para doblegar su voluntad" y llevar a cabo "actos inapropiados de índole sexual sobre su hija".

El documento aclara que estos incidentes afectaron a la salud mental de la pequeña, que se reflejaron en "comportamientos que revelaban ansiedad, conductas desafiantes de carácter impulsivo, episodios de irritabilidad, temor y muestras de rebeldía".

Delito continuado de agresión sexual

El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual sobre una menor de edad con prevalimiento de una relación de parentesco por el que, además de la citada pena de prisión, solicita que el varón no pueda aproximarse a su hija ni comunicarse con ella durante siete años y que sea inhabilitado para ejercer la patria potestad durante cinco años.

Asimismo, reclama que, una vez sea excarcelado, el varón permanezca cinco años en situación de libertad vigilada, que se le inhabilite quince años para cualquier desempeño regular y directo relacionado con los menores de edad, y que compense a su víctima con 20.000 euros.