La Fiscalía de Gipuzkoa pide penas que suman 18 años y medio de prisión para un hombre al que acusa de maltratar e intentar matar a cuchilladas en un piso de Donostia a su compañera sentimental con la que tenía un hijo en común.
Según recoge el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Efe, el intento de asesinato tuvo lugar la madrugada del 14 de agosto de 2022, si bien la situación de malos tratos se prolongaba ya desde 2018.
La Fiscalía explica que desde aquel año el procesado "comenzó a ejercer una posición de dominio, de poder y de control" sobre su compañera "controlando su vida, movimientos y relaciones".
Un contexto en el que "era habitual" que le revisara el contenido de su teléfono móvil, la siguiera por la calle y controlara el tipo de ropa que se ponía, además de acusarla de "estar con otros hombres" y de "serle infiel".
Además, "en el interior del domicilio común, con la finalidad de generar miedo en la víctima y conseguir controlar su comportamiento, tenía episodios de agresividad en los que gritaba, propinaba portazos y golpes a las cosas" y llegó a "romper la manilla del cuarto en el que la mujer estaba encerrada", además de "arrojar una pizza por la ventana".
Más agresivo tras beber alcohol
Unos "episodios de agresividad" que, según el relato del Ministerio Público, "eran más habituales cuando regresaba al domicilio tras haber estado en la calle ingiriendo bebidas alcohólicas".
En este contexto, el 7 de agosto de 2022 la perjudicada le comunicó que quería finalizar la relación sentimental, pero unos días más tarde, el 13 de agosto, el varón le dijo que quería retomarla. Ante la negativa de la víctima, se marchó de la vivienda para regresar poco después en "estado de agresividad" y amenazando a la mujer, aunque luego volvió a marcharse.
Aquel día, la víctima contrató a una niñera para cuidar a su hijo y salió sobre las 21.00 horas del domicilio, circunstancia que el hombre aprovechó para, ya de madrugada acudir nuevamente en estado de embriaguez a la vivienda y presentarse a la niñera como "el padre del menor", dato ante el que ésta abandonó el lugar.
Posteriormente, el varón telefoneó a la perjudicada, cogió un cuchillo de "grandes dimensiones" y esperó "a oscuras" a que regresara al domicilio donde, sobre las 7.00 horas, "arremetió de modo repentino y sorpresivo" contra ella y "con la finalidad de acabar con su vida" comenzó a asestarle cuchilladas.
Según el relato de la Fiscalía, el procesado se colocó sobre la víctima que había caído a la cama "de espaldas a él", mientras "siguió asestándole cuchilladas" que "trataba continuamente de dirigir a la nuca y al cuello" al tiempo que le insultaba.
Puñaladas dirigidas hacia el cuello
De esta manera, llegó a "clavarle el cuchillo en repetidas ocasiones en la zona cervical, en la parte superior del tórax y en el hombro", tras lo que la giró y, una vez boca arriba, dirigió las puñaladas hacia el cuello, parte de las cuales impactaron en las manos de la mujer que las interpuso sobre su cara para protegerse.
Finalmente, al darse cuenta de que alguien estaba llamado a la puerta, la víctima empezó a pedir auxilio, instante en el que el hombre simulando que era él quien "estaba siendo atacado" también gritó "socorro" y franqueó la puerta del domicilio a la personas que estaban llamando.
El Ministerio Público considera que estos hechos, que serán juzgados próximamente en la Audiencia de Gipuzkoa, son constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, varios delitos de maltrato, un delito leve de vejaciones injustas y un delito de amenazas leves, todos ellos cometidos en el ámbito de la violencia de género y con la agravante de parentesco.
Por todos ellos, además de las citadas penas de prisión, la Fiscalía reclama que el varón indemnice a la mujer con 46.015 euros y que no pueda comunicarse con ella ni aproximársele durante 35 años, entre otras penas accesorias.