La Audiencia de Barcelona ha condenado a 10 años y 6 meses de prisión a un exmiembro de la Colla de los Castellers de Barcelona tras haber reconocido en un juicio ante el tribunal de la sección séptima que agredió sexualmente a nueve chicas menores de edad entre 2014 y 2019.

El tribunal le ha condenado después de que el acusado reconociera los hechos ante el tribunal tras un pacto entre todas las partes -Fiscalía y la defensa-, puesto que inicialmente el ministerio público solicitaba para el excasteller una pena de 39 años de cárcel.

El exmiembro de la Colla de Castellers de Barcelona estaba acusado de haber agredido sexualmente durante cinco años a nueve chicas menores de edad, a las que invitaba a su casa con el pretexto de que sabía dar masajes y aprovechaba para hacerles tocamientos en sus zonas íntimas o para rozarse.

El ministerio público le ha condenado ahora a 10 años y seis meses de prisión, así como a una multa de 1.080 euros, la prohibición de acercarse a las víctimas por un periodo de entre cinco y seis años superior a la pena de cárcel impuesta, y a indemnizarlas a cada una con 6.000 euros.

Por su parte, la letrada de la defensa pedirá la suspensión de la pena de prisión una vez la sentencia sea firme, al no ser ninguno de los delitos igual o superior a dos años de cárcel y, según expresaron fuentes jurídicas, la Fiscalía no se opondrá.

La sentencia, que da la razón al relato del ministerio público, aprovechaba la confianza que las víctimas y sus familias tenían en él, a quien veían como un "mentor", y las engatusaba para que se fueran a su casa con el pretexto de que les serviría chucherías o sus comidas preferidas y también que sabía dar masajes.

El acusado se aprovechó de esa confianza y el pretexto de los masajes para tocarles o rozarse en sus zonas íntimas, a las que también les pedía que se quedaran "en bragas y camiseta, diciéndoles que se quitaran los pantalones y sujetadores a fin de estar más cómodas" para ver mejor su "anatomía", según el escrito.

A una de las jóvenes, relata la Audiencia, con la excusa "de hacerle un masaje y estando estirada la joven en el sofá-cama" del acusado, cogió el brazo de la misma "que apoyó sobre su pene erecto al tiempo que le acariciaba la muñeca por la parte superior, dejándolo allí unos instantes hasta que la misma pudo reaccionar".

La joven, ante la situación que estaba viviendo, "decidió hacerse la dormida para darse la vuelta y cambiar de posición".

En otra ocasión, el condenado invitó a algunas jóvenes a dormir a su casa en junio de 2018 puesto que volvían muy tarde de las Fiestas de Valls (Tarragona), y una vez en el domicilio les practicó un masaje en las que les acabó tocando el trasero, según el escrito.

Esa misma madrugada -relata la sentencia-, una de ellas se despertó alterada por unos gemidos y vio cómo estaba masturbándose mientras las contemplaba.

Aunque la condena es consecuencia de un acuerdo entre las partes, al tratarse de una elevada petición de condena tuvo que celebrarse una parte del juicio, que quedó visto para sentencia, en el que varias víctimas ratificaron las agresiones a las que el condenado les había sometido.

Por su parte, la Colla de Castellers de Barcelona expresó en un comunicado el día que se celebró el juicio que el acusado ya había sido expulsado cautelarmente de la organización cuando tuvieron conocimiento de los hechos.

La entidad afirmó entonces que, una vez se hiciera pública la sentencia condenatoria, la junta de gobierno de la entidad procedería "a expulsarlo definitivamente", a la vez que añadía que había estado "todo este tiempo a disposición de la justicia y los Mossos d'Esquadra".