Una mujer que trabajó como camarera en un bar de Irun de 2016 a 2019 se enfrenta a una pena de cuatro años de prisión por haberse apropiado de 116.000 euros de la recaudación del establecimiento aprovechando que disponía de una pulsera magnética para realizar operaciones y manejar la caja registradora.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de apropiación indebida, por los que solicita para la acusada, además de la pena de cárcel, una multa de 3.000 euros y que indemnice a la denunciante, única propietaria del bar, con 116.186,32 euros.

La procesada, de nacionalidad rumana y que será juzgada este mes en Donostia, realizaba estas operaciones cuando se encontraba sola en el local "guiada por un ánimo de enriquecimiento patrimonial ilícito", para lo que se servía de una pulsera magnética que la identificaba como usuaria cuando realizaba los cobros al cliente, relata el Ministerio Público.

Simular devoluciones

Una de las formas de hacerse con parte de los cobros era simulando devoluciones tras la anulación de tiques, lo que generaba "un exceso de efectivo respecto de la contabilidad diaria de la caja", y en otras ocasiones cobraba las ventas sin emitir tiques, lo que también daba como resultado "un exceso de efectivo".

Según el fiscal, la camarera realizó estas operaciones "de forma diaria y deliberada", hasta apropiarse de un total de 115.181,96 euros.

Por otro lado, de mayo a septiembre de 2019, logró reunir 1.004,36 euros utilizando la pulsera magnética maestra de la propietaria del establecimiento, supuestamente extraviada, para hacer manipulaciones similares, además de borrados de ventas que solo esa pulsera permitía llevar a cabo, con lo que volvía generar dinero sobrante por devoluciones de reclamaciones inexistentes.