Los miembros del jurado que deberán pronunciarse sobre la eventual responsabilidad de los cuatro jóvenes acusados de la muerte del menor Santi Coca, ocurrida en 2019 tras recibir una paliza en el exterior de una discoteca de Donostia, han iniciado este lunes sus deliberaciones sobre las 71 cuestiones que plantea el objeto del veredicto.

La muerte de Santiago Coca, fallecido a consecuencia de una grave hemorragia cerebral, se produjo el 28 de abril de 2019 en el Hospital Donostia, dos días después de haber sido víctima de una paliza en el exterior de una céntrica sala de fiestas donostiarra.

Los nueve jurados titulares y la suplente restante (otra suplente tuvo que asumir la vacante dejada por uno de los jurados iniciales tras verse afectado por problemas de salud) han recibido esta mañana de manos del magistrado presidente el cuestionario con las preguntas del objeto del veredicto, a las que deberán responder en las próximas horas o días.

Cuatro partes

El cuestionario, al que ha tenido acceso EFE, está dividido en cuatro partes, la primera de las cuales desglosa los hechos principales sobre los que deberá pronunciarse el jurado, mientras que la segunda recoge varias cuestiones planteadas por las defensas.

El tercer apartado del objeto del veredicto está referido a la hipotética culpabilidad o inocencia de los acusados respecto a los hechos, y el cuarto hace referencia a si, en caso de culpabilidad, los miembros del jurado se mostrarían favorables a la suspensión de la pena de cárcel que pudiera corresponder a los imputados, y a que la sentencia que se dicte solicite el indulto total o parcial para ellos.

A pesar de estar integrado por 71 preguntas, el jurado no deberá responder a todas y cada una de estas cuestiones, ya que el objeto del veredicto incluye varias a las que sólo es necesario contestar en caso de haber considerado probadas las anteriores.

Siete votos para los hechos favorables

Para que los hechos desfavorables a los procesados sean tenidos como probados son precisos al menos 7 votos de los jurados, mientras que para los favorables a los inculpados es suficiente con cinco.

Los cuatro acusados, dos jóvenes rumanos, uno de origen marroquí y otro de nacionalidad española, se enfrentan a sendas peticiones de quince años de cárcel por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa, de la acusación particular, que ejerce la familia de Santi Coca, y de la acción popular, que ejerce el Ayuntamiento de Donostia.

Un quinto imputado, también de origen rumano, quedó en libertad durante el juicio la semana pasada, después de que fueran retiradas las acusaciones contra él, al no verse involucrado en los hechos por ningún testigo. El sexto procesado por esta muerte, conocido como "el argelino" se encuentra fugado desde meses atrás.

Delito de homicidio

Las acusaciones consideran a los cuatro encausados responsables de un delito de homicidio por dolo eventual (al considerar que con sus acciones pudieron preveer y asumieron la muerte de Coca) y con la agravante de superioridad.

Asimismo, les responsabilizan de dos delitos de lesiones por los golpes presuntamente recibidos por el hermano de Coca y uno de sus amigos al intentar protegerle de la agresión.

Las defensas, por su parte, reclaman la libre absolución de sus clientes, aunque de forma subsidiaria han introducido en el caso algunas cuestiones sobre las que eventualmente el jurado también podría tener que llegar a pronunciarse, como una posible atenuante de afectación alcohólica, o la posibilidad de que los hechos fueran constitutivos de una muerte por imprudencia, entre otros asuntos.