Un acusado de falsificar obras de artistas como del escultor Eduardo Chillida para venderlas en una casa de subastas ha declarado este jueves que nunca supo que fuesen falsificaciones y ha revelado que se sintió amenazado por el denunciante, al que ha negado haber vendido ninguna obra. La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado este jueves el juicio en el que G.C.T. se enfrenta a una petición de la Fiscalía de seis años y medio de prisión por un delito continuado contra la propiedad intelectual y otro de estafa.

En su declaración, en la que solo ha contestado a las preguntas de su abogado, el acusado ha afirmado que no conoció al denunciante hasta que recibió una llamada suya reclamándole dinero por una supuesta obra falsa de Chillida que, según su versión, nunca le vendió. Es más, ha dicho que no existe ningún documento que ratifique dicha venta. Ha señalado que el denunciante, de origen austríaco, le llamó repetidas veces y que le llegó a decir que iba a acudir a su domicilio con dos socios suyos colombianos. "Me sentí muy amenazado por este señor, porque no sabía cómo había conseguido mi teléfono y mi dirección", ha indicado el acusado al tribunal.

También ha relatado que cuando vendió a una casa de subastas las quince obras de autores como José Guerrero, Roy Lichtenstein, Edvard Munch o Saül Steinberg por las que está acusado no le indicaron en ningún momento que fueran falsas. "Hay un proceso de autentificación en las salas de subastas y no me dijeron nada", ha contado.

Por último, ha incidido en que en su casa no se encontró la maquinaria necesaria para la falsificación de obras, que, ha subrayado, son "máquinas muy grandes".