Uso de mascarilla, teletrabajo y refuerzo de las Urgencias: Sanidad y comunidades debaten el plan común contra la gripe

La Comisión de Salud Pública debate este miércoles el protocolo común de medidas para mitigar el impacto de los virus respiratorios, incluido el uso de mascarilla en centros sanitarios y residencias, donde “ante situaciones complicadas” podrán incluso reducirse o suspenderse las visitas. El documento que examinarán hoy los directores generales de Salud Pública es prácticamente el mismo que quedó bloqueado el año pasado por el veto del PP, aunque se han introducido cambios menores según la versión definitiva a la que ha tenido acceso EFE.

Cuatro niveles de riesgo y medidas escalonadas

El protocolo busca facilitar el control de las infecciones respiratorias agudas mediante cuatro escenarios de riesgo —interepidémico o basal, bajo o medio, alto, y muy alto— que se calcularán en función de indicadores como la incidencia, la hospitalización, la ocupación de camas o los ingresos en UCI. En cada nivel se propone un conjunto de medidas aplicadas de forma escalonada, revisando lo recomendado en el nivel anterior e incorporando nuevas acciones según el riesgo.

Residencias con evaluación específica

Uno de los cambios más relevantes afecta a las residencias, donde las medidas deberán ser evaluadas de manera individual, independientemente del nivel epidémico general, dada su estructura organizativa que puede favorecer brotes sin que la incidencia comunitaria sea especialmente elevada.

Los trabajadores con síntomas deberán usar mascarilla de manera continuada, y las direcciones de los centros podrán decidir si la hacen obligatoria para todos. En “situaciones complicadas” se podrá reducir o suspender temporalmente las visitas, reorganizar movimientos internos o redistribuir habitaciones y espacios. Cuando el nivel de riesgo sea alto, se recomendará también mascarilla a los residentes si no puede garantizarse la distancia física.

Recomendaciones para la población general

En el primer escenario se aconseja mascarilla a las personas con síntomas en sus interacciones sociales. A partir del nivel bajo o medio, se recomienda que quienes tengan sintomatología la lleven en todo momento, reduzcan sus interacciones, extremen la higiene respiratoria y de manos y, si es posible, teletrabajen.

En el nivel sucesivo se aconseja mascarilla en ámbitos vulnerables como salas de quimioterapia o unidades de trasplantados, por parte de sanitarios, pacientes y acompañantes. En el nivel alto, la recomendación se amplía a salas de espera y urgencias, valorando incluso su obligatoriedad. En el máximo nivel, se prevén medidas adicionales y excepcionales. La reunión se produce en un momento en el que la gripe ha entrado ya en fase epidémica, con una tasa en Atención Primaria de 112,2 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 12,8 registrados en el mismo periodo del año pasado.