La Diputación de Gipuzkoa reabrirá este viernes la N-634 entre Deba e Itziar, tras finalizar los trabajos de estabilización de la ladera, una actuación "compleja" para "garantizar la seguridad en una zona altamente inestable".

En un comunicado, la institución foral ha indicado que desde las seis de la tarde se habilitarán ambos carriles, una vez finalizados los trabajos de estabilización de la ladera y del muro de sostenimiento del mirador de La Hilandera.

Tras el deslizamiento registrado el pasado 27 de enero, la Diputación ha llevado a cabo durante más de nueve meses una serie de trabajos de "elevada complejidad técnica" para garantizar la estabilidad del tramo.

Los movimientos detectados en la ladera obligaron al cierre total de la carretera en abril y a la activación de una actuación de emergencia que ha supuesto una inversión total cercana a los 1,8 millones de euros.

El diputado foral de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Felix Urkola, ha destacado que se trata de "una zona especialmente delicada" y las obras han requerido "un importante despliegue técnico, humano y presupuestario".

"Seguiremos con atención la evolución del tramo, que necesitará un seguimiento preventivo a medio y largo plazo", ha afirmado Urkola, que ha reconocido también las afecciones ocasionadas durante estos meses. "Sabemos que esta actuación ha generado inconvenientes tanto para las y los vecinos como para las empresas del entorno, pero desde el primer momento la prioridad ha sido garantizar la seguridad y actuar con todas las garantías", ha señalado.

Varias fases

En un primer momento, se llevó a cabo una actuación de emergencia para sanear la zona más afectada, con la retirada de materiales inestables y la instalación de muros de contención de hormigón.

Paralelamente, se realizaron estudios geotécnicos que confirmaron que el terreno seguía sufriendo movimientos y que era necesario reforzar las medidas de sostenimiento. A partir de febrero, la Diputación activó una segunda intervención de mayor envergadura.

Desde entonces, se ha trabajado en labores de sostenimiento y estabilización, que han incluido la proyección de hormigón, instalación de anclajes, colocación de micropilotes, vigas, mallas de acero e instrumentación para el monitoreo continuo de la ladera.

Mirador de la Hilandera

Según ha indicado, "esta instrumentación ha permitido controlar en todo momento los posibles movimientos del terreno y adaptar la obra a las necesidades reales". Además, se han ejecutado en paralelo las obras de estabilización del muro de sostenimiento del mirador de La Hilandera, que presentaba daños estructurales.

Esta actuación, prevista antes del desprendimiento, ha consistido en el refuerzo de la estructura con anclajes y hormigón, así como en trabajos de urbanización y recolocación de mobiliario, todo con un presupuesto de 321.670 euros. El mirador, no obstante, permanecerá cerrado temporalmente para acometer actuaciones finales de reacondicionamiento.