Arranca este martes en París el juicio a Josu Urrutikoetxea
El exdirigente de ETA afronta en Francia su último proceso judicial antes de que se concrete su entrega por los casos pendientes en el Estado español
El Tribunal de Apelación de París juzga a partir de este martes al presunto exdirigente de ETA Josu Urrutikoetxea, un proceso pendiente desde hace años y que condiciona su entrega al Estado español donde tiene numerosas cuentas pendientes con la Justicia.
Urrutikoetxea, que tiene 74 años y vive en Iparralde después de haber quedado en libertad bajo control judicial en julio de 2020, poco más de un año después de haber sido arrestado en los Alpes franceses, debe comparecer en principio hasta el miércoles de la semana próxima.
Retrasos en el proceso judicial
Es el último juicio que le queda en Francia y tiene qué ver con su implicación en la organización terrorista entre 2002 y 2005, cuando había pasado a la clandestinidad después de huir de España en 2001 cuando se le investigaba por su supuesta implicación en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza en 1987.
Es un sumario que le valió una condena en rebeldía a siete años de cárcel en 2010, pero al ser capturado en mayo de 2019 en los Alpes franceses pidió, como era su derecho, que el proceso se repitiera de nuevo, esta vez en su presencia.
Eso tendría que haber ocurrido inicialmente en septiembre de 2021, pero su defensa consiguió entonces que la causa volviera a la fase de instrucción, ya que el procedimiento no había cumplido con las reglas por razones formales, y desde entonces se ha pospuesto sucesivamente.
Absolución
Durante los años de clandestinidad, la Justicia francesa le abrió una segunda causa, pero esa se resolvió el 1 de septiembre de 2021 cuando el Tribunal Correccional de París le absolvió de la acusación de pertenencia a una organización terrorista entre 2011 y 2013.
Los jueces franceses consideraron que durante ese periodo pero también después, lo que incluye cuando se encargó de oficializar con su voz la lectura del comunicado de disolución de la banda en 2018, su acción en ETA no fue terrorista.
Es decir, dieron credibilidad a las alegaciones de Urrutikoetxea de que había salido de la banda en 2006 porque dejó de estar de acuerdo con la acción armada y, sus relaciones con otros miembros de la organización desde entonces tenían como objetivo el abandono de la violencia.
Una vez que se cierre este último sumario en Francia, que podría tardar todavía varios meses en caso de recurso ante el Tribunal Supremo, Josu Urrutikoetxea tendría que responder a las demandas de la Justicia española, dos de las cuales cuentan ya con el visto bueno de los tribunales franceses.
Demandas en España
Son el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en 1987, en el que fueron asesinadas once personas, entre ellas seis niños, por el que la Fiscalía pide más de 2.000 años de cárcel para él y su papel en la financiación de ETA a través de las 'herriko tabernas'.
También se ha cursado una orden europea de investigación a Francia para interrogarle sobre el atentado contra la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas el 20 de diciembre de 2006.
La Justicia francesa ha dado ya luz verde a la entrega de Josu Urrutikoetxea a España para que pueda ser juzgado por dos asuntos diferentes, el primero de ellos su presunta implicación en el atentado de la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza en 1987, en el que fueron asesinadas once personas, entre ellas seis niños. El segundo es sobre su papel en la financiación de ETA a través de las "herriko tabernas".
La Audiencia Nacional de Madrid ha trabajado en otras demandas contra él -en julio fue procesado como "máximo dirigente" de ETA en la causa de las 'herriko tabernas'- pero para poder concretarse se habrían de tramitar primero ante la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París antes de eventuales recursos ante el Supremo.