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Los donostiarras destinan el 77% del salario bruto al pago del alquiler de vivienda libre

Un estudio constata que "muchos ciudadanos" se ven obligados a lanzarse al arriendo de habitaciones

Los donostiarras destinan el 77% del salario bruto al pago del alquiler de vivienda libreJavier Colmenero

El acceso a la vivienda sigue siendo el principal quebradero de cabeza de la población guipuzcoana, y la preocupación que suscita su elevado precio no cesa durante el verano. De hecho, la presión que soportan los bolsillos es cada vez mayor, con la capital guipuzcoana como máximo exponente, y un nuevo dato a tener en cuenta. Los donostiarras dedican nada menos que el 77,41% de su retribución salarial al alquiler tradicional, por encima del 63,68% destinado en Bilbao y el 50,64% de Gasteiz.

Por lo general se recomienda que una familia no destine más del 30% de sus ingresos brutos al pago de la vivienda, aunque es evidente que en Euskadi este porcentaje hace tiempo que se rebasó con creces, según un análisis del portal inmobiliario pisos.com, que cifra a su vez en el conjunto del Estado ese mismo esfuerzo económico en un 52,61% del salario bruto para cubrir el coste de un alquiler de una vivienda de 90 metros cuadrados.

Lo cierto es que la brecha entre el coste del alquiler y el poder adquisitivo es "cada vez más pronunciada", y lo es aún más en Gipuzkoa, que continúa siendo el territorio vasco que lidera la subida de precios. Los nuevos contratos que se firmaron durante el último trimestre de 2024 tuvieron un precio mensual medio de 880 euros, un 7,7% más que el año anterior y un 5% más caros que los 835,5 euros de media vasca.

Esta compleja tesitura "empuja a muchos ciudadanos a considerar alternativas más económicas como el alquiler de habitaciones", según el portal inmobiliario.

Opción 'low cost'

La opción low cost en un piso compartido representa un desembolso mucho menor, que reduce la tasa al 18,46%. Estos datos, calculados en base al salario bruto medio en el Estado (2.290,46 euros, según el último informe del INE correspondiente al primer trimestre de 2025), destacan "la creciente dificultad para acceder a una vivienda completa".

El portavoz y director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, cree "crucial entender que estos porcentajes se basan en el salario bruto, lo que implica que la situación real para el bolsillo de los ciudadanos, una vez descontados impuestos y cotizaciones, es aún más precaria". A modo de muestra, en ciudades como Barcelona el alquiler tradicional representa un 114,07% del salario bruto medio.

El estudio destaca que el coste de una habitación en un piso compartido se mantiene en niveles "considerablemente más asequibles" en todas las capitales de provincia, sin que en ninguna de ellas se supere el 30% del salario bruto medio. Eso sí, la capital guipuzcoana vueve a figurar entre las que destinan un mayor porcentaje -23,87%-, sólo por detrás de Barcelona (27,21%), y a la que siguen Madrid (23,53%), Palma de Mallorca (22,47%) y Girona (20,73%).

En Gipuzkoa había al cierre de 2024 un total 30.293 pisos de alquiler y el 64% se concentraban en la zona de Donostialdea y Bidasoa, que es donde más caros están: son 19.339 familias que pagan una media de 895 euros al mes. Pero es que la renta media de los alquileres nuevos realizados en el último trimestre de 2024 en esta área se eleva ya hasta los 991,4 euros.

Problema de compleja solución

Los últimos años han colocado ante el espejo un problema de compleja solución. Tanto, que tiene consecuencias en el plano económico, pero también social y emocional, con la consolidación de un modelo que está dividiendo la sociedad entre propietarios y no propietarios, y el retraso de la necesaria emancipación individual y de los proyectos de vida.

Uno de los últimos informes conocidos que ejemplifica el terreno de extremos en el que está entrando el mercado lo aporta el Barómetro de Esfuerzo Financiero realizado por el comparador hipotecario iAhorro. Este estudio viene a ilustrar con cifras lo que ya se percibía en la calle: alquilar ya es mucho más caro –concretamente un 60% más– que hacer frente a una hipoteca. Esta conclusión se extrae desde el análisis que ha desarrollado iAhorro de ofertas de alquiler y compra en varios portales.

Los alquileres más caros se concentran en las capitales del territorio, como es lógico, y ahí Donostia se dispara: más de mil euros al mes de media (1.030,8) entre los 9.615 contratos con fianza formalizados frente a los 730 de Gasteiz (9.807 contratos) y 847,5 de Bilbao (15.730 contratos).

En la capital donostiarra se registran grandes diferencias en cuanto al precio. Así, no tiene nada que ver alquilar en Aiete, el barrio más caro (1.227 euros de media y 1.350 para los más recientes), El Antiguo (1.155 euros al mes) o la zona centro (1.138 euros), que hacerlo en Martutene (786,9 euros) o Altza (794,7), que son los barrios más baratos.

Los nuevos contratos firmados en el último trimestre de 2024 en Donostia arrojan un promedio de 1.149,4 euros, con un significativo incremento en el último año del 8,7%. La subida es del 26,2% en cinco años.

Estos datos fueron publicados el mes pasado por el Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco en la Estadística Anual 2024 del Mercado de Alquiler (EMAL), donde a 31 de diciembre de 2024 estaban registrados en el depósito de fianzas del Gobierno Vasco un total de 88.760 contratos de alquiler libre.