La Ertzaintza contará con 1.387 sistemas de grabación móvil o bodycams en las próximas semanas, cuando termine el despliegue de los dispositivos que se adquirieron a finales del año pasado con un presupuesto de dos millones de euros. La finalidad de estos sistemas es aportar "seguridad y transparencia a las actuaciones policiales".
Según ha informado el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, en la actualidad, 877 agentes de diferentes comisarías y la Brigada Móvil cuentan con un sistema individual de grabación y el despliegue de estos sistemas de grabación se enmarca en el proyecto 3I-Ikusle, cuyo plan piloto se llevó a cabo entre 2021 y comienzos de 2022 en las comisarías de Bilbao, Irun y Vitoria-Gasteiz.
La Ertzain-etxea de Sestao fue la primera en recibir y hacer uso de las cámaras individuales. A continuación, ertzainas de seguridad ciudadana de Vitoria-Gasteiz e Irun también recibieron las bodycam. Este primer despliegue se realizó entre octubre y noviembre de 2024.
Segundo despliegue
Entre finales de 2024 y marzo de 2025 se realizó un despliegue escalonado en el resto de unidades en función de las necesidades de la Ertzaintza. Así, hoy en día, cuentan con cámaras individuales los agentes de las Ertzain-etxeas de Bilbao, Donostia, Vitoria, Sestao, Irun, Ondarroa, Durango, Laudio, Urola Kosta y Oria.
Asimismo, cuentan con cámaras individuales los agentes de la Brigada Móvil. El despliegue de las bodycam continuará con el resto de comisarías así como en las Unidades Territoriales de Tráfico de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa hasta llegar a las 1.387 unidades. La inversión realizada por el departamento de Seguridad ha sido de dos millones de euros.
Seguridad jurídica y transparencia
La implantación de las bodycams o cámaras individuales en la Ertzaintza responde al compromiso 38 del Programa de Gobierno de la XIII Legislatura que en su iniciativa número 5 recoge el "dotar a las y los agentes policiales de cámaras individuales con el objetivo de otorgarles seguridad jurídica, aportar elementos probatorios a la autoridad judicial ante la comisión de un ilícito penal y garantizar la transparencia de sus actuaciones".
Tal y como apunta la Ertzaintza, "el uso de los sistemas individuales de grabación aporta seguridad y transparencia a las actuaciones policiales, tanto desde el punto de vista de la ciudadanía como desde el punto de vista operativo".
Características de los equipos y formación
La autonomía de las cámaras es de 12 horas y la equipación incluye accesorios de sujeción para la uniformidad de los agentes, dispositivo de descarga automatizada de imágenes y de carga de baterías en las comisarías, una plataforma de gestión de vídeo y las licencias software para poder almacenar y tratar las imágenes con todo el rigor y la máxima seguridad.
Previamente al uso de estas, los agentes de la Ertzaintza que vayan a utilizar las bodycam han recibido una formación para el correcto uso y gestión tanto de las cámaras como de las grabaciones que realicen.
Además, la Ertzaintza ha elaborado una Instrucción Policial para el correcto uso de las cámaras individuales, respetando siempre el marco legal vigente en materia de videograbación.
Esta instrucción también recoge la operativa del uso de cámaras móviles individuales por parte de los ertzainas, de cara a garantizar la trasparencia de sus actuaciones y mejorar la aportación de pruebas ante hechos delictivos.
Asignación al inicio de cada turno
Al inicio de cada turno de trabajo, a cada ertzaina se le asignará una cámara personal. Los agentes deberán asegurarse de que la cámara está cargada y en las condiciones correctas para su uso.
Las bodycam se colocan en la parte frontal del uniforme y deberán estar colocadas en todo momento en disposición de ser activadas con celeridad. Serán los propios agentes quienes activen la grabación tras valorar las circunstancias en las que se está llevando cada actuación o incidente.
Las cámaras se deberán activar, según ha explicado el Departamento de Seguridad, "cuando existan infracciones penales, infracciones administrativas que tengan una afectación grave de la seguridad ciudadana, riesgo para la vida o la integridad física, amenazas o posibilidad de agresión, detenciones con actitudes de enfrentamiento, acciones tumultuarias, indicios de violencia o intimidación, o cualquiera otra situación que evidencie un peligro concreto para la seguridad ciudadana", como ejemplo.
Además, cuando la actuación policial lo permita las y los ertzainas indicarán a la persona con la que interactúan que la actuación policial va a ser grabada.
Se borrarán cuando lo determinen los juzgados o a los tres meses
Las grabaciones que contengan hechos que pudieran ser constitutivos de infracciones penales, se pondrán a disposición judicial y si son infracciones administrativas relacionadas con la protección ciudadana, se remitirán a la Secretaría General de la Ertzaintza para el inicio del oportuno procedimiento sancionador, adjuntadas al informe de denuncia correspondiente.
Las grabaciones relacionadas con infracciones penales o administrativas graves o muy graves en materia de seguridad pública, con una investigación policial en curso o con un procedimiento judicial o administrativo abierto no se destruirán hasta que así lo determinen los órganos competentes. El resto de grabaciones serán destruidas en el plazo máximo de tres meses.