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Recoger la terraza una hora tarde en Donostia conlleva multas de 50 a 200 euros, pero podrán alcanzar los 750

El Ayuntamiento de Donostia ahonda en garantizar el descanso y disuadir conductas infractoras en su propuesta para modificar la ordenanza actual

Recoger la terraza una hora tarde en Donostia conlleva multas de 50 a 200 euros, pero podrán alcanzar los 750Iker Azurmendi

Las terrazas hosteleras en Donostia se han doblado prácticamente desde el año 2007 y aunque el número y la superficie que ocupan en la actualidad no es tanto como el que se llegó a alcanzar en el año posterior a la pandemia de covid, aún hoy éste es un aspecto a regular y que genera no pocas tensiones en algunos espacios más saturados, como puede ser la Parte Vieja. La capital guipuzcoana registraba al cierre de 2024 un total de 779 terrazas (llegaron a ser 839 en 2021), que ocupan 19.262 metros cuadrados, el equivalente a dos estadios de Anoeta, y que al cabo del año proporcionan a las arcas municipales unos ingresos directos por tasas de más de dos millones de euros. Esta cuantía se ha cuadruplicado prácticamente desde 2007.

Donostia ha visto doblar el número de licencias y la superficie ocupada desde 2007 hasta hoy, aunque hay un 7% menos que en 2021, tras el covid

Hay un cambio de hábitos evidente que se acentuó a raíz del covid-19. Los clientes de los establecimientos hosteleros prefieren cada vez más las terrazas al interior y ello va en detrimento de la convivencia con el resto de peatones y vecinos, especialmente en determinadas situaciones y casos.

Por ello, el Ayuntamiento de Donostia ha iniciado el proceso para la modificación de la ordenanza (la actual es de 2014) que regula estos espacios. Y de las 42 propuestas recibidas tanto desde el sector hostelero como por parte de vecinos y diferentes asociaciones, el Consistorio se ha decantado más hacia la línea de reforzar y garantizar el derecho al descanso de los y las vecinas, reducir los horarios en zonas sensibles como zonas de soportales y sobre todo aumentar la cuantía de las multas por incumplimientos.

Y a cambio, y pese a las quejas del sector hostelero, que califican de “negativa” la modificación planteada, a éste se le han reducido trabas burocráticas y agilizado la tramitación de licencias y suprimido algunas limitaciones absurdas como la obligación de que el mobiliario sea dolo de aluminio o madera. 

Sólo las terrazas cerradas, con elementos fijos, y situadas en aceras de más de 6 metros, podrán utilizar estufas, nunca de gas

La Junta de Gobierno del Consistorio de Donostia ha dado luz verde al texto inicial, pero ahora se abre un proceso de negociación y tramitación, en el que primero se analizarán las enmiendas que tengan que hacer los diferentes grupos políticos representados en la Corporación municipal; y también los y las ciudadanas, a través de sus alegaciones. El texto actual, por tanto, no es definitivo, pero apunta en una dirección, más descanso y menos jolgorio; y regula varios aspectos que hasta ahora se quedaban en el limbo.

Las multas siguen siendo la principal herramienta disuasoria. Y la nueva ordenanza hace hincapié en la obligación de los agentes de la autoridad de incoar expediente cuando se tenga conocimiento de cualquier infracción. También se amplía el catálogo de conductas o actos susceptibles de sanción.

Multas que se triplican

Las cuantías se triplican: las infracciones leves irán desde los 100 hasta los 750 euros y aquí se contempla, por ejemplo, el excederse del horario permitido en no más de una hora, un aspecto que puede dar pie a la picaresca y cálculos de riesgo-beneficio. Incluso con el aumento de multas que llegará a finales de año. A día de hoy, cerrar 60 minutos tarde no es ni pecado: de 50 a 200 euros de sanción, lo que valen 15 cañas.

Las infracciones muy graves podrán alcanzarán hasta los 3.000 euros de multa y suspensión de licencia por tres meses

Las graves irán desde 751 a 1.500 euros de multa y suspensión de licencia de hasta un mes, la medida más dolorosa, aunque no es nueva; y en la casuística que da pie a estos castigos se incluye la colocación de estufas en terrazas no autorizadas (sólo podrán ir en las cerradas), la reincidencia en infracciones leves: es decir, tres leves harán incurrir en una grave. Mientras que las infracciones muy graves acarrearán suspensiones de licencia de uno a tres meses y multas que irán desde 1.501 euros a 3.000 euros. Cantidades que pican. O incluso la revocación de la licencia.

El documento aprobado por la Junta de Gobierno afrontará una tramitación de unos seis meses, por lo que podría entrar en vigor en otoño o invierno.

Las terrazas que se sitúen en soportales verán reducido su horario entre 30 minutos y dos horas, en función del tipo de terraza y la temporada. Y precisamente, las temporadas se reducen de tres a dos. La estival, que va desde Semana Santa hasta el 15 de octubre y es la más permisiva en cuanto a horarios; y el resto del año, en el que deberán cerrar antes. 

El Ayuntamiento ha cuadriplicado los ingresos por terrazas en quince años e ingresa actualmente más de dos millones de euros sólo en tasas

Horarios en soportales

En el caso de los soportales, precisamente en ese periodo estival de domingo a jueves, la limitación será de dos horas. Es el tijeretazo más grande. Y las terrazas ubicadas en estas zonas tendrán que cerrar a las 23.00 horas, en vez de a la 1.00 que tenían fijado como horario máximo en la actualidad. Los viernes, sábados y vísperas de festivos, el cierre se adelanta una hora: de 2.00 a 1.00 horas. Y ya fuera del periodo estival, las terrazas en estos soportales cerrarán media hora antes que en la actualidad: a las 22.30 entre semana y a medianoche (0.00) los días fuertes.

En cuanto a la plaza de la Constitución, según recoge el propio texto aprobado en Junta de Gobierno, “pretende que el tipo de terrazas a autorizar sean de tipo 1, abiertas, con mesas y sillas que se deben recoger a diario, dejando la vía pública libre. Se define el tipo de terraza para este espacio urbano, ya que en la ordenanza vigente sólo se hacía referencia a mesas”. 

Zonas sensibles

El sector hostelero ya ha manifestado que la brusca reducción del horario en zonas de soportales “pondrá en serio peligro la oferta de cenas de decenas de restaurantes» en las plazas Sagastieder, Sert, Gipuzkoa, Buen Pastor y el Muelle, por ejemplo. 

En la Parte Vieja y calles de menos de cinco metros de anchura no hay discusión. Sólo se podrán poner mesas altas pegadas a la fachada del establecimiento. Y las terrazas cerradas (tipo 4), con elementos fijos y cerramientos, que son las únicas en las que se podrán poner estufas (las de gas están expresamente vetadas), se autorizarán sólo en aceras con una anchura superior a seis metros y siempre que no invadan paradas de autobús, plazas de minusválidos, vados, contenedores de residuos, o salidas de emergencia.

Los hostelero valoran de forma negativa la propuesta y consideran excesivo el recorte de hasta dos horas en terrazas situadas en soportales

Por otra parte, las que ya tengan permiso para tener estufa podrán seguir usándolas, aunque no cumplan estas exigencias, hasta que expire la licencia actual (se conceden para cuatro años), momento en el que deberán quitarlas. 

Cal y arena

Los hosteleros no le ven sentido a la prohibición total de las estufas exteriores en terrazas abiertas, que son la gran mayoría. Creen que les perjudica mucho y aseguran que no pueden ser considerados como un elemento contaminante. Los sectores ecologistas se apuntan un tanto aquí, mientras que el sector hostelero recibe algunas de cal y otras de arena.

Otra de las novedades, que se podría encasillar en el ámbito de concesiones al sector hostelero, es que los hoteles podrán solicitar licencia de terraza siempre que cumplan los requisitos que se establecen para cualquier establecimiento. 

También se amplía la distancia máxima a la que se puede situar una terraza con respecto al establecimiento. Pasará a 30 metros, en vez de los actuales 25. Aunque se establecen medidas de seguridad y preventivas adicionales en algunos casos, como es en la instalación de terrazas al otro lado de la calle. Esto se podrá hacer sólo en vías peatonalizadas de plataforma única, es decir, sin escalones, ni niveles diferentes que puedan provocar accidentes.