Una nueva conexión resolverá el nudo de la N-1 y la A-15 en Andoain
Una estructura en lazo reorganizará el tráfico con una circulación "más fluida" a partir de 2027
Una nueva conexión entre la N-1 y la A-15 en el entorno de Bazkardo, en Andoain, reorganizará la confluencia de ambas carreteras con una estructura de lazo que resolverá el nudo viario que actualmente provoca retenciones diarias. La licitación de la redacción del proyecto, que contará con coste estimado de 43 millones de euros, ya ha sido aprobada y se espera que los trabajos comiencen en 2026.
Así lo han dado a conocer este lunes la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y el diputado de Infraestructuras Viarias y Estrategia Territorial, Félix Urkola, sobre "una de las conexiones de vías más importante y transitada" del territorio.
La actual conexión se realiza a través de un único carril con un trazado sinuoso y curvas cerradas que provoca retenciones diarias, por lo que la Diputación ha diseñado una estructura de 700 metros de longitud en forma de lazo que comenzará a la salida del túnel de Atorrasagasti y que absorberá alrededor de 18.500 vehículos diarios.
El Ayuntamiento de Andoain presenta a la Diputación los estudios sobre la conexión de la A-15 con la N-I
Gracias a ello, se busca garantizar "una circulación más fluida y minimizando las afecciones a la trama urbana de Andoain". De hecho, según han detallado, la nueva infraestructura abre la posibilidad de incorporar mejoras para los barrios afectados, por lo que ya se ha informado al Ayuntamiento de Andoain de cara a incorporar propuestas en la redacción del proyecto.
Cabe recordar que esta propuesta de la Diputación modifica la presentada en 2022 por la institución foral y que fue criticada tanto por el consistorio andoaindarra como por una plataforma ciudadana al asegurar que supondría un obstáculo para el desarrollo del municipio. El Ayuntamiento de Andoain incluso recibió una subvención de 476.000 euros del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible para redactar un proyecto alternativo al que estaba llevando a cabo el Ente foral y abrió un proceso de consulta sobre este asunto con los ciudadanos.
En la actualidad, el tramo de la A-15 desde Astigarraga hasta la confluencia de Andoain soporta diariamente una media de 37.000 vehículos, por lo que el nuevo trazado propuesto por la Diputación mantendrá los dos carriles hasta la convergencia con la N-1 que proviene de Lasarte-Oria. El tronco de la A-15 sobrevolará perpendicularmente la N-1 y el río Oria y descenderá hasta confluir con ella en el tramo Tolosa-Lasarte.
La calzada contará con dos carriles de 3,5 metros, arcenes de 2 metros y barreras de seguridad de 0,6 metros de ancho y está prevista la instalación de alumbrado y pantallas antiruido en el primer tramo del viaducto para minimizar su impacto.
En marcha en 2027
La Diputación estima que la redacción del proyecto se lleve a cabo este año tras ser aprobada su licitación con el objetivo de que las obras arranquen el próximo año. El plazo de ejecución de los trabajos es de quince meses, por lo que la nueva conexión estará lista para 2027.
La licitación para la redacción del proyecto cuenta con un coste de 386.297,93 euros (IVA incluido) y el presupuesto total de la conexión es de 43 millones de euros.
"Es importante destacar que la afección al tráfico durante la ejecución de la obra será mínima, ya que la mayor parte de la actuación consiste en la construcción de nuevas estructuras sin afectar a la circulación actual", ha asegurado Urkola.
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