Zangozako Ikastola, en Nafarroa, es una cooperativa educativa que apuesta por una enseñanza integral e innovadora, con el euskera como eje. Su directora, Nagore Oria, y Eneko Alkorta, coordinador de Primaria, nos explican cómo aplican la coeducación en su modelo pedagógico para fomentar la igualdad, el respeto y la diversidad desde las aulas.

¿Desde cuándo se aplica la docencia compartida en Zangozako Ikastola?

Nagore: Al final del curso 2021-2022, después de un proceso de reflexión interno, decidimos plantear un cambio en nuestra metodología y decidimos empezar a trabajar en codocencia. En el siguiente curso, 22-23, siguiendo un plan escalonado, comenzamos a instaurar esta elección pedagógica en el 2º ciclo de Infantil y en el 1º ciclo de Primaria. A día de hoy trabajamos de esta manera en las etapas de infantil y primaria.

¿Cómo se tomó la decisión de adoptar este modelo pedagógico en Zangozako Ikastola?

También queremos decir que la decisión de adoptar esta opción pedagógica fue consensuada por la junta de padres y madres de Ikastola que forman parte de la cooperativa de Zangozako Ikastola.

¿De qué manera aplican la codocencia?

Eneko: Por nuestras características, al ser un centro de una sola línea, hemos juntado cursos, es decir, alumnado de dos edades diferentes están trabajando conjuntamente en el mismo aula. Por ejemplo, en Educación Infantil los niños y niñas de 3, 4 y 5 años trabajan conjuntamente acompañados de dos profesoras. En el caso de primaria hay tres clases con alumnado de dos edades diferentes en cada una de ellas: 1º ciclo alumnado de 7-8 años, 2º ciclo 9-10 años y 3º ciclo 11-12 años. Igual que en la etapa de infantil, el alumnado está acompañado de dos docentes. La idea es seguir con la planificación escalonada y empezar a trabajar en codocencia en la etapa de secundaria en el futuro.

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Posted by Nafarroako Ikastolen Elkartea - NIE on Tuesday, February 13, 2024

¿Han tenido que realizar algún cambio en su forma de trabajar?

Nagore: Una decisión así supone cambios y hay que adaptarse a esta nueva situación. A la hora de planificar los horarios de clase, hay que tener en cuenta que el profesorado necesita tiempo para coordinarse y hay que intentar ofrecerlo. El profesorado tiene que cooperar y los tiempos de trabajo individual se convierten en espacios de trabajo conjunto. Hay que planificar conjuntamente ese trabajo diario, llevarlo a clase en pareja educativa y finalmente evaluar conjuntamente. La forma de trabajar cambia, pasa de ser un trabajo individual a un trabajo colectivo.

¿Qué criterios han seguido para formar parejas o equipos de docentes?

Eneko: Es positivo que las parejas que vayan a trabajar juntas conecten entre ellas, se conozcan y tengan confianza mutua. En nuestro caso somos una Ikastola pequeña, y por lo tanto, tenemos que aceptar que no disponemos de muchas posibilidades para crear las parejas educativas. Cuando hacemos la planificación tratamos de tomar las decisiones de la forma más horizontal posible y así decidimos quiénes van a ser las parejas educativas, siendo las reuniones de etapa el espacio adecuado para ello. Afortunadamente, tenemos un claustro docente estable, que se conoce bien entre sí y que está acostumbrado a trabajar en equipo.

"La respuesta de la comunidad educativa está siendo positiva, no hemos notado ningún tipo de resistencia negativa al respecto"

¿Cómo se coordinan?

Eneko: Hay que planificar, impartir la clase y evaluar conjuntamente, pero en estos pocos años nos hemos dado cuenta de que muchas veces nos falta tiempo, y estamos buscando la manera de ser más eficaces. No tenemos porqué hacer todo conjuntamente, hay que saber delegar y confiar en el trabajo del compañero y organizarnos de la manera más equilibrada posible. Un profesor puede programar una unidad didáctica de una asignatura, y el otro profesor programar la siguiente. Estos trabajos se llevan a la reunión de coordinación y se realizan los ajustes finales entre las dos. Por eso es necesario conocer cuáles son las fortalezas de cada uno e intentar distribuir los trabajos en función de esas fortalezas.

¿Qué impacto ha tenido la codocencia en su ikastola?

Nagore: Creemos que la respuesta de la comunidad educativa está siendo positiva, no hemos notado ningún tipo de resistencia negativa al respecto. Este curso nos toca pasar los cuestionarios de satisfacción que pasamos cada cinco años y seguramente recibiremos información más detallada de qué opina nuestra comunidad.

"Estamos dando pasos y creciendo en el mundo de la coeducación junto a otras ikastolas de Euskal Herria. Está siendo un recorrido muy enriquecedor"

¿Cuáles son las principales dificultades que han identificado en la práctica de la codocencia?

Eneko: Siempre existen temores cuando te enfrentas a un reto nuevo, pero la adaptación e ilusión del profesorado ha hecho que el camino que estamos emprendiendo sea fascinante. La mayor dificultad siempre la encontramos en buscar tiempo para que las parejas educativas puedan coordinarse.

Nagore: Por otro lado, a nosotros nos gustaría implantar la codocencia en más asignaturas, pero los recursos humanos condicionan la decisión. Esto también puede convertirse en una dificultad.

¿Qué formación específica han recibido los docentes para adaptarse a esta estrategia de enseñanza compartida?

Nagore: En el momento en que realizamos esta elección pedagógica, coincidió con que EHI (Euskal Herriko Ikastolen Elkartea) ofrecía una formación sobre la coeducación. Esta formación fue organizada por la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de Mondragón, la cual nos está acompañando durante todos estos años. Iniciamos este camino de la coeducación con otras ikastolas de Euskal Herria, trabajando en red y compartiendo experiencias. Un recorrido muy enriquecedor en el que juntos estamos dando pasos y creciendo en el mundo de la coeducación.

Eneko: En Zangozako Ikastola damos especial importancia a la formación. El curso pasado los expertos de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación se acercaron a Zangoza y todo el profesorado tuvo la oportunidad de formarse en este tema. Seguimos trabajando con estos expertos, y este año, utilizando la técnica de la autoconfrontación, hemos grabado en vídeo las sesiones de nuestro profesorado y hemos analizado lo sucedido en el aula para, de esta manera, continuar desarrollándonos profesionalmente con las reflexiones hechas de las situaciones que se dan dentro del aula.

"La opción de tener dos personas dentro del aula lo facilita todo porque mejora la calidad de la educación; la atención a la diversidad del alumnado es mayor"

¿El alumnado ha manifestado alguna preferencia entre la enseñanza con un solo docente o la compartida?

Eneko: El alumnado se adapta a los cambios mejor que los adultos. Al ser un centro pequeño, el solo hecho de juntar dos clases les ha dado la opción de conocer a más gente, de ampliar su red social y de tener diferentes referentes dentro del aula. El tener dos profesores facilita la comunicación entre el alumnado y los docentes.

¿Consideran que la codocencia es una estrategia beneficiosa para los alumnos?

Eneko: Todavía es pronto para valorar el impacto en los resultados académicos del alumnado. Lo que está claro es que con dos docentes en el aula mejora la calidad de la educación. La atención a la diversidad del alumnado es mejor. Las opciones que da tener dos personas dentro del aula lo facilita todo. El desarrollo profesional del profesorado ha mejorado, ya no estás solo en el aula e intentas dar lo máximo de ti en cada clase.

Nagore: Socialmente también hemos visto un cambio positivo. Las redes de las relaciones del alumnado han crecido, antes tendían a relacionarse con compañeros/as de su misma edad, pero ahora las relaciones son más variadas gracias a la mezcla de edades.

¿Se puede aplicar esta metodología a todos los niveles educativos?

Eneko: Nosotros no somos expertos en la materia. Acabamos de empezar, como quien dice, estamos formándonos y tenemos claro que nuestro trabajo requiere una formación continua. Dicho esto, sí que queremos extender el modelo a todas nuestras etapas educativas, siempre teniendo en cuenta las características de cada etapa.

¿Creen que el alumnado tiene suficiente autonomía y capacidad crítica cuando finaliza su formación obligatoria?

Nagore: Nosotras tenemos claro qué modelo de persona queremos educar. Este modelo de persona que promovemos desde las ikastolas se basa en cinco características fundamentales que se pueden resumir de la siguiente manera: euskalduna y profundamente conectada con la cultura vasca y una persona con fortaleza interna que posee una fuerte autoconfianza y estabilidad emocional. Que sea capaz de tomar decisiones de manera proactiva y emprender acciones que le permitan alcanzar sus objetivos personales y comunitarios. Que sea una persona transformadora que sepa generar cambios positivos en su entorno y para ello que sea cooperativa y sepa trabajar bien en equipo.

Creemos que trabajar en coeducación tiene un impacto directo en la característica de la persona cooperativa. El alumnado tiene un ejemplo diario del profesorado que está trabajando en equipo. Y ellos y ellas también trabajan de la misma manera.