El 1% más rico de la población mundial concentra más riqueza que el resto de la humanidad, en virtud de prácticas económicas extractivas, legados históricos del colonialismo y estructuras sociales profundamente desiguales, según denuncia el informe "El saqueo continúa: pobreza y desigualdad extrema, la herencia del colonialismo", publicado por la ONG Oxfam.
Este trabajo, presentado en el contexto del Foro Económico Mundial de Davos 2025 que se celebra desde este lunes, desvela cómo el colonialismo económico moderno "perpetúa un sistema de privilegios que beneficia a las grandes fortunas y castiga a los sectores más vulnerables".
Las políticas desarrolladas por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial contribuyen a mantener un esquema de dependencia económica para los países del sur global, especialmente a través de deudas externas "asfixiantes" y condiciones comerciales "injustas", advierte el informe.
Solo en 2024, la riqueza conjunta de los milmillonarios se incrementó en dos billones de dólares y aparecieron 204 nuevos milmillonarios. Esto supone un promedio de casi cuatro nuevos milmillonarios a la semana.
Incide además en que la riqueza conjunta de estos milmillonarios se incrementó tres veces más rápido que en el año anterior. Creció en promedio a un ritmo de dos millones de dólares al día por milmillonario y, en el caso de los diez milmillonarios más ricos, a 100 millones de dólares al día.
Racismo y sexismo
Estas desigualdades se ven además agravadas por el impacto del racismo y el sexismo. Al respecto, el informe señala que las mujeres y las comunidades racializadas son las más afectadas, enfrentando barreras estructurales que limitan su acceso a la educación, la salud y el trabajo digno. "cargan con el peso de siglos de explotación colonial que se refleja hoy en condiciones de vida precarias y falta de oportunidades", denuncia Oxfam.
El informe advierte además de la devastación ambiental generada por las prácticas extractivas promovidas desde la época colonial, que no solo han degradado los ecosistemas del sur global, sino que han empobrecido a las comunidades locales mientras enriquecían a las élites globales. esta crisis climática y ambiental no puede separarse de la desigualdad extrema, pues sus efectos son más severos para quienes tienen menos recursos para adaptarse, asegura.
Como soluciones a esta situación, la ONG propone una redistribución urgente de la riqueza, así como la implementación de impuestos progresivos a las grandes fortunas y la eliminación de paraísos fiscales que facilitan la evasión y elusión tributaria. Asimismo, Oxfam pide a las naciones más ricas reconocer y reparar los daños históricos del colonialismo mediante políticas de compensación económica y justicia social.
Oxfam hace también un llamamiento a la acción colectiva al objeto de desmantelar un sistema económico global que, a su juicio, favorece a una minoría en detrimento de la mayoría. Aboga por reformar las principales instituciones financieras internacionales, garantizar un acceso equitativo a la educación y eliminar las barreras de género y raza.
De no actuar, el informe señala que se podría consolidar un sistema global insostenible, donde las diez personas más ricas del mundo han duplicado su fortuna desde el inicio de la pandemia.