Hace diez años, Osane Santás (Beasain, 1977) decidió dar un cambio a su vida y fusionar sus valores personales con su carrera profesional. En su rutina diaria ya optaba por productos ecológicos, locales y una alimentación sostenible. Con esta filosofía como guía, dejó su trabajo como peluquera tradicional y, junto a una socia, creó un espacio donde la sostenibilidad se convirtió en el eje central. Así nació Bambora, un salón ubicado en Beasain que combina peluquería y estética, poniendo siempre como prioridad el bienestar de las personas y el respeto por el medio ambiente. Desde hace cinco años, Osane lidera el proyecto en solitario.

"Hay más confianza en los productos naturales porque hay más información disponible, y los efectos en la salud se notan de inmediato”

Bambora abrió sus puertas en mayo de 2014 como una propuesta innovadora en la comarca. Hoy en día, siguen existiendo pocos lugares en la zona que ofrezcan estos servicios con un enfoque tan comprometido con la sostenibilidad, a pesar del creciente interés por el cuidado del medio ambiente y la preferencia por productos ecológicos. Santás señala que, en la última década, ha habido una evolución notable en este ámbito, ya que cada vez más personas son conscientes de los beneficios que brinda la naturaleza: “Hay más confianza en los productos naturales porque hay más información disponible, y los efectos en la salud se notan de inmediato”.

Osane recuerda que, al principio, muchas personas eran reticentes a esta filosofía, pero ahora es una propuesta que atrae y gusta a casi todo tipo de personas; a quienes valoran y disfrutan esta manera de concebir el cuidado personal.

Cada detalle importa

En Bambora, tanto en peluquería como en estética, se prioriza el uso de productos libres de los componentes químicos que suelen encontrarse habitualmente en la cosmética y peluquería tradicionales. Osane y su equipo escogen coloraciones botánicas y cosmética biológica, que son respetuosas tanto con el cuerpo como con el planeta. Esta decisión busca cuidar la salud de los clientes y reducir el impacto ambiental, en consonancia con los principios de sostenibilidad que han guiado el proyecto desde sus inicios. De hecho, todo en Bambora refleja esta filosofía: desde los elementos que componen el salón, como la abundante madera y las plantas, hasta las infusiones que se ofrecen y las frases inspiradoras que adornan las paredes. Incluso el nombre Bambora tiene un significado especial y acorde, ya que es un pueblo de India, país del que proviene la henna, una planta que se utiliza para colorear el cabello de manera completamente natural y de la que Bambora hace mucho uso.

Asimismo, Santás pone mucha atención y cuidado en lo que hay detrás de cada producto: quién lo ha fabricado, cómo se ha producido y el tipo de embalaje que utiliza. “Busco que el producto sea lo más natural posible de principio a fin, y que su huella de carbono sea mínima”, concluye.