Un total de siete personas han sido detenidas en relación a la reyerta con armas de fuego registrada este pasado domingo en la localidad vizcaína de Barakaldo, en la que murió una persona y otras dos resultaron heridas.
La Ertzaintza mantiene abierta la investigación de los hechos, que se registraron en la tarde de este pasado domingo en el barrio de Burtzeña de Barakaldo.
Los hechos se desencadenaron pasadas las 16.00 horas del domingo, cuando los disparos alertaron al vecindario de una reyerta a plena luz del día a la altura del portal número 24 de la calle Zubileta. Los heridos fueron trasladados al hospital de Cruces para ser atendidos de los disparos de bala recibidos.
Hasta el lugar se desplazaron diferentes patrullas de la Ertzaintza. Los agentes detuvieron, en un principio, a tres individuos de 38, 36 y 26 años de edad acusados de participar en la riña tumultuaria, pero esa cifra se ha elevado tras cuatro nuevas detenciones.
Tensión
La tensión que hubo frente al domicilio de Burtzeña se trasladó unos minutos después a la parte exterior del hospital en el que también se produjo una pelea. En primera instancia, fueron tres los heridos que han llegado al hospital de Cruces, uno de ellos grave. Tras conocer que uno de los implicados en la reyerta falleció, la angustia ha sido superior.
Según pudo saber este periódico, en el interior de centro hospitalario se escucharon muchos gritos. Un familiar del hombre que murió por el disparo del arma de fuego señaló en las inmediaciones a la entrada de urgencias "ha muerto el que menos culpa tenía, así es la vida".
Desde que los involucrados llegaron al hospital, en el exterior del mismo se ha preparado un dispositivo policial en el que han participado patrullas de la Ertzaintza y de la Policía Municipal. A aquellas personas, familiares de los heridos, que quisieron acceder al interior del pabellón, fueron registradas antes de acceder.
Gran operativo policial
La tensión se mantuvo durante todo el domingo frente al portal número 24 de la calle Zubileta. En el lugar se desplegó un gran dispositivo policial del que formó parte la Brigada de Intervención Rápida. El edificio en el que se desarrollaron los hechos se trata de un bloque en el que tres pisos habían sido okupados hace cuatro años, en 2020.
Al mismo tiempo, otros dos propietarios sufrieron amenazas, impagos de alquiler, insultos y los enganches ilegales a la luz. La Ertzaintza mantiene abiertas las diligencias para esclarecer los hechos.