“En Irun hay mucha puta y mucho maricón”

“Marranas”, “hijas de puta”, “cabronas”, “bujarras”... Se repiten algunos patrones: insultos y descalificaciones a mujeres defensoras del derecho al aborto, a personas homosexuales y también a políticos del PP, por blandos. La UPV/EHU ya ha anunciado que está estudiando la situación ante los indicios de que los comentarios vertidos por un profesor sustituto en redes sociales, aunque en su ámbito privado, “pueden llegar a ser ciertamente incompatibles con los principios y valores del código ético de nuestra universidad". 

La universidad pública también rechazó y condenó “rotundamente” el escrache que sufrió este docente el viernes en la facultad de Derecho de Leioa, donde estuvo acorralado dentro de un aula casi dos horas junto a otros dos profesores que acudieron en su ayuda. Tuvo que salir escoltado por agentes de seguridad privada de la propia universidad, ya que decenas de jóvenes le increpaban y amenazaban después de que la organización juvenil Ernai (juventudes de Sortu), convocase un escrache a las puertas de su clase, acusándole de “homófobo”, “misógino” y “fascista”.

El profesor, que llevaba impartiendo clases de Derecho del Trabajo en la Facultad de Derecho de Leioa desde la semana pasada cubriendo una baja laboral, accedió al puesto a través de la bolsa de trabajo. La UPV ha sido clara respecto al escrache y las pintadas que se realizaron previamente en su despacho llamándole “fascista”: “Es inaceptable que en la universidad ninguna persona se vea agredida, coaccionada o amenazada. Hablamos de la retención de un profesor durante dos horas, en medio de un contexto de enorme agresividad. Y no hay excusa que pueda legitimar estas acciones, dirgidas a impedir por la fuerza el ejercido de la normalidad académica”. 

Pero el debate ahora es otro: ¿es de recibo que un docente en una institución pública incurra en insultos y amenazas de forma notoria y pública, aunque lo haga en su ámbito privado? ¿Cómo se puede controlar estas actitudes?

Cuenta suspendida

 Los comentarios vertidos por el profesor no tienen por dónde cogerse y la propia red social X (antigua Twitter) ha suspendido esta cuenta por incumplir sus reglas. He aquí algunos de los mensajes que se han podido recuperar de los pantallazos de su cuenta antes de que ésta fuese suspendida:

“Mujeres partidarias del aborto que excluís al padre y menospreciáis la vida, hijas de puta, ¿ya habéis fregado como os ordené el otro día? Como vea alguna mancha en algún plato o vaso, vais a ver lo que es bueno… Condenad el crimen y parir, cabronas. Viva España, marranas”.

En otro mensaje, en plena discusión sobre el alarde de Irun, escribió: “El alarde con Franco era mucho mejor: sonaban los acordes del himno nacional. ¿Ahora qué tenemos? Nos recibe una alcaldesa que permite matar niños…. No se nos puede mancillar más”. También los hay más escuetos:“En Irun hay mucha puta y mucho maricón”. 

“Qué pintas de bujarras tienen muchos del PP vasco”, decía en otro mensaje, y se preguntaba si “¿está de moda hacerse el maricón para ganar votos o qué? Antes que hacerme el mariquita prefiero morir…”.