La recta final del verano, con un sol radiante pero temperaturas frías, no esté invitando precisamente a darse demasiados chapuzones, pero hay muchas personas que mantienen el ritual de acercarse a la playa. Es el caso de Iñaki Aramberria, conocido como Iñaki Paris, un vecino de Getaria de 61 años que padece Charcot-Marie-Tooth, una atrofia muscular progresiva que va reduciendo su movilidad, algo que no le impide acercarse casi a diario al arenal. “Suelo bañarme a pesar del mal tiempo. ¿Por qué? No sólo es el baño. Más allá de hacerlo por el placer y la felicidad que me da, cuento con la seguridad y la confianza de tantos voluntarios, al tiempo que disfruto de las charlas, el cariño y la amistad. Cruz Roja significa mucho para mí”, reconoce.

Aramberria nació con una enfermedad que dice sobrellevar bastante bien. “El transcurso del tiempo me ha ido marcando los límites: primero caminaba, luego comencé a usar silla de ruedas y poco a poco voy perdiendo facultades. A pesar de ello he aprendido a vivir el día a día. Con momentos malos y otros regulares, soy feliz”, confiesa.

A ello contribuye Cruz Roja de Gipuzkoa, que brinda la posibilidad de darse un baño a personas que necesitan ayuda para ello. El servicio ha crecido exponencialmente. De hecho, la entidad va a cerrar la campaña de este verano triplicando el número de baños asistidos en los arenales de Getaria y Hondarribia. A falta de dos semanas para que finalice el periodo estival, se han prestado ya 656 servicios en las playas de Malkorbe (512) y Hondarribia, cuando el año pasado fueron en total 234 baños adaptados. “Estamos batiendo cifras históricas”, aseguran a este periódico desde la organización humanitaria. 

De baño asistido a inclusivo

El objetivo es que todas las personas, sin importar sus capacidades físicas, puedan disfrutar del mar y de las playas. Lograr que el baño asistido pase a convertirse en un baño inclusivo. Así lo siente Iñaki que, con un grado máximo de dependencia fue el primer usuario de un programa que inició su andadura en Gipuzkoa hace ya casi dos décadas. “Iñaki es el alma del proyecto. Es de las personas que más ha empujado para que todo esto salga adelante”, asegura Félix Zubia, referente de Salud y Socorros en Cruz Roja Gipuzkoa. 

“Él tiene su vivencia particular. Y nos viene muy bien su testimonio porque para una buena parte de la sociedad igual un escalón no es nada, pero para él es una barrera que hay que solucionar. La visión de la persona con problema de movilidad nos la da él. Eso es impagable”, asegura. 

El objetivo es ir mejorando el servicio, teniendo en cuenta que uno de los principales problemas en el litoral guipuzcoano es el oleaje, y los fondos irregulares. Desde ese punto de vista, Malkorbe es el escenario ideal. Y es precisamente en este arenal donde se ha puesto en marcha este verano un proyecto piloto, Hondartzak Denontzat, dirigido no sólo a personas con movilidad reducida como Iñaki sino a todas aquellas que viven en residencias o centros forales y expresan su deseo de acercarse a los arenales. 

Éxito de la propuesta

Que se hayan triplicado las cifras de servicios prestados por Cruz Roja es una muestra elocuente del éxito de la propuesta. “Hasta ahora ofrecíamos el baño adaptado y la persona usuaria acudía a título individual. La gran mayoría tenían problemas neuromusculares o de paraplejia, pero ya desde hace varios años teníamos en mente trabajar con grupos, y hacerlo con el colectivo de la tercera edad”, explica Zubia. 

Es el salto que se ha dado este verano, aprovechando el trabajo previo que desde 2006 han venido desarrollando los ayuntamientos de Hondarribia y Getaria. Con la ayuda de la Diputación y dos de sus departamentos –Sostenibilidad y Políticas Sociales–, se ha podido ampliar el programa de tal manera que un vehículo de transporte adaptado de nueve plazas recoge desde cualquier punto del territorio a las personas usuarias en su residencia o centro de día

El servicio se ha venido prestando desde el pasado 15 de junio y finalizará el 15 de septiembre, para lo cual es preciso llamar previamente al 617452153. “Se les traslada a Getaria, donde pasan el día en un espacio agradable y con sombra si es preciso y por la tarde vuelven a su centro de día. La misión no es solo el baño sino la posibilidad de disfrutar del tiempo libre saliendo de su rutina. Y entretanto, seguimos trabajando también con las personas usuarias que veníamos atendiendo antes”, explica el vicepresidente de Cruz Roja en Gipuzkoa. 

Es el caso de Iñaki, que aprovecha la ocasión para dar las gracias a Zubia “por su gestión y entrega”, palabras de gratitud que traslada a su vez a Álex Garate, por “haber creído en el proyecto”, y al Ayuntamiento de Getaria, “que siempre nos presta ayuda económica”. La innovadora propuesta de este verano ha permitido adaptar físicamente el entorno de la playa de Malkorbe, con el objetivo de garantizar la accesibilidad universal y dotar a la playa de equipamientos inclusivos. 

“La verdad es que este año estoy emocionado y encantado con el proyecto piloto, y también me gustaría dar las gracias a la Diputación de Gipuzkoa, que es la que lo ha hecho posible. Que quede claro que este nuevo programa va dirigido a personas mayores que necesitan ayuda, y que no tienen por qué ser personas con discapacidad”, precisa Aramberria. Como dice Zubia, el servicio no se limita al baño sin más. “De hecho, nos hemos llevado sorpresas muy positivas con quienes te dicen que no quieren bañarse sino pasear por la orilla. Y así lo hemos hecho, cogidos del brazo. Cada persona según sus gustos y posibilidades”, detalla Zubia.

Exportar el modelo a otras playas

Así, el servicio parece tener un enorme potencial de aquí en adelante. El programa es piloto porque hacía falta realizar estimaciones sobre el número de socorristas que iban a ser necesarios, el tipo de vehículos, y los horarios adecuados. “La demanda ha sido muy buena. Todos los días que ha hecho bueno hemos tenido un grupo. Existe la demanda, la necesidad y la satisfacción de las personas que han disfrutado de la playa”, asegura el responsable de Cruz Roja. 

El objetivo es hacer extensible la propuesta a otras playas, para lo cual la Federación Guipuzcoana de Deporte Adaptado ha realizado un estudio en el que se analizan las características que presentan los arenales. Cruz Roja entiende que en Hondarribia se podría implantar el mismo programa pionero de este verano en Getaria.